12 de octubre de 2011

Cuerpos y almas (Maxence van der Meersch)



Género: Novela, Medicina
Páginas: 670
Año: 1943
Título original: Corps et âmes



Muy bueno*

Visitar esos mercadillos populares en los que se encuentra de todo, incluyendo libros polvorientos de hojas amarillentas y lomos gastados, suele deparar sorpresas muy agradables a quienes solemos frecuentarlos. Mejor aún que en las “librerías de viejos” en estos mercadillos hay ofertas increíbles, como gruesos volúmenes con las obras completas de Stefan Zweig y John dos Pasos (casi 2.000 páginas c/u) por el precio de 1 euro.

Lo mismo se paga por cualquiera de los miles de libros esparcidos desordenadamente sobre tablas montadas en caballetes. Revolviendo aquí y allá, es imposible irse con las manos vacía. La última “cosecha” me permitió hacerme con una novela cuya existencia conocía sobradamente pero que todavía no había leído: Cuerpos y almas. Dicho y hecho: a la bolsa de las compras y a leerlo, cosa que acabo de cumplir.

Me pareció una gran novela. Maxence van der Meersch, quizás sin la sutileza estilística del ya mencionado Stefan Zweig, sitúa la acción en la Francia de la década de 1930 y a lo largo de 670 páginas crea personajes y situaciones que nos hablan de la condición humana y del entorno social de la época.

El argumento gira en torno a la vida de varias personas que tienen a la medicina como escenario de sus grandezas y sus miserias. La vida de Michel Doutreval, hijo de una familia acomodada que renuncia a todo para iniciar una nueva vida de pobreza y sufrimiento junto a su mujer enferma. El autor busca dotar a Michel de una vida de ejemplaridad en el marco de los preceptos cristiano-católicos que, sin embargo, no llegan a ser empalagosos.

No faltan las envidas y egoísmos entre los médicos de renombre y las pujas entre los iniciados por ascender en su carreras, saltándose muchas veces elementales nociones de éticas. Este tipo de situaciones no ha perdido vigencia con el paso de los años. Es de una crudeza extrema la descripción de la labor de los cirujanos en el quirófano.

Pueden extraerse de la novela varias enseñanzas de orden moral. El autor advierte en 1943, año en que fue editada su obra, que “el gran peligro que amenaza a la raza blanca no es la revolución ni la guerra, sino el maquinismo, el ocio, la facilidad y la sobreabundancia”. Algo de razón tenía el hombre.

El libro va ganando interés a medida que se avanza en su lectura y nos aproximamos al desenlace de los diversos hilos conductores. Esta ha sido la primera novela que leo de Maxence van der Meersch, pero seguramente no será la última, ya que del mercadillo me traje también “Cuando enmudecen las sirenas”, pero esta es otra historia.


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El autor


Maxence van der Meersch nació en la ciudad industrial de Roubaix, al norte de Francia, el 4 de mayo de 1907, y murió el 14 de enero de 1951.

Licenciado en Derecho, ejerció como abogado durante dos años. Mientras tanto, se inició en el periodismo y colaboró en varias publicaciones periódicas. En 1932 publicó su primera novela, La casa de la duna.

Cuerpos y almas le deparó en gran premio de la Academia Francesa en 1943. Es su obra más importante. En todas sus novelas describe con sensibilidad las formas sociales de vida de los campesinos, de los pescadores y obreros de aquellas regiones.

En Cuerpos y almas se asignó la misión de exponer los turbios manejos de la medicina oficial. Por eso, la aparición de la novela produjo un gran revuelo, no solo en la clase médica sino en muchos otros sectores.


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