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13 de noviembre de 2016

Claraboya (José Saramago)

- Libro nro. 400 leído en este blog -


Género:    Narrativa   
Año:            1953  (editado en 2012)
Páginas:    415
Título original: Clarabóia
Traducción: Pilar del Río
Valoración:  Muy bueno 

Insólito: un libro de José Saramago escrito en un estilo tan diferente al que nos tiene acostumbrados (por lo menos a mí). Nos encontramos con una redacción "normal" con mayúsculas y minúsculas, punto y aparte, diálogos precedidos por un guión y, en fin, todo el equipamiento gramatical que vemos en cualquier texto. Es que Claraboya, escrita cuando tenía 31 años, marca una distancia de varios años con el Saramago que todos conocemos; el Saramago de un estilo tan peculiar e inconfundible que lamento no estar capacitado para definirlo con precisión; lo respeto demasiado para intentarlo siquiera. 

En cuanto a Claraboya, como novela me gustó mucho, pero no encontré en ella la imaginación, la sutileza, el humor, la fina ironía que Saramago expone en sus otros libros leídos, por ejemplo cuando aborda temas religiosos. Me parece una novela costumbrista bien escrita, pero sin ese "algo" tan propio del admirado autor portugués. Y basta, porque como él mismo dijo: "cuando no se tiene algo que decir, lo mejor es callar".
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Sinopsis
Amanece en Lisboa. En una mañana de mediados del siglo XX, la mirada del novelista se asoma a la ventana de un vecindario. Se anuncia un día no muy diferente de los demás: el zapatero Silvestre, que abre su taller; Adriana, que parte hacia el trabajo mientras en su casa tres mujeres inician otra jornada de costura; Justina, que tiene ante sí un largo día jalonado por las disputas con su brutal marido; la mantenida Lidia; y a española Carmen, sumida en nostalgias...
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22 de octubre de 2016

Alabardas (José Saramago)

- Libro nro. 397 leído en este blog -


Género:    Narrativa   
Año:            2014
Páginas:    153
Título original: Alabardas, alabardas, espingardas, espingardas

Traducción: Pilar del Río


De José Saramago me cautivó en primer lugar la originalidad de su estilo cuando lo conocí a través de Todos los nombres.  Después, me sentí identificado con sus conceptos y su visión de la sociedad. Todavía me queda por leer varios títulos, lo que seguramente haré; de momento tengo esa voluntad, luego el tiempo dirá.


De Alabardas etc.. sólo pudo terminar de escribir tres capítulos antes de morir el 18 de junio de 2010. Es un trabajo inconcluso y no me apetece dar una valoración. Me quedo con el conjunto de su obra (por lo menos los ocho libros que leí, contando éste). La producción de José Saramago en sus fructíferos 87 años de vida, me enseñó a pensar más y mejor -creo- en temas como la religión, la política, la violencia generada por el hombre, la moral, la ética, las guerras, la estupidez, todo expuesto con una enorme sapiencia, sutileza y hasta humor.

Su viuda Pilar del Río, traductora de sus libros, explica así la gestación de Alabardas: "Era un hombre de 87 años que sabía que le quedaba muy poca vida y aún así decidió emprender el reto de escribir el libro pues no quería morirse sin haber tocado el tema de las armas y e fracaso social que representa hacerlas". 
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RESUMEN DEL LIBRO


Meses antes de su muerte, José Saramago sintió una vez más el impulso vital de reflexionar desde la ficción sobre una de sus mayores preocupaciones: la violencia ejercida sobre las personas y las sociedades, que las convierte en víctimas y les impide ser dueñas absolutas de sus vidas. El resultado de este impulso es Alabardas, alabardas, espingardas, espingardas, una huella emocionante del inagotable espíritu de lucha de José Saramago y su última voluntad narrativa. 


 El relato inconcluso plantea el conflicto moral de Artur Paz Semedo, empleado de una fábrica de armas, que, intrigado por el sabotaje de una bomba durante la Guerra Civil española e impulsado por Felícia, su ex esposa, inicia la investigación de los entresijos de una época convulsa, lo que despierta en él un debate íntimo entre la ceguera impuesta por el miedo heredado y la necesidad del compromiso. 

Alabardas, alabardas, espingardas, espingardas es una reflexión sobre el poder y la destrucción, sobre cómo las armas alimentan el gran fracaso ético de la humanidad que son las guerras, sobre la paz como único camino posible para romper con la aparente inevitabilidad de la violencia.
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El autor

José Saramago con su esposa y
traductora, Pilar del Río
José Saramago nació en la freguesia la Azinhaga (municipio de Golegã, en el distrito central del Ribatejo, Portugal), cerca del río Tajo, a 120 km al noreste de Lisboa. Sus padres fueron José de Sousa y Maria da Piedade, una pareja campesina sin tierras y de escasos recursos económicos. Este origen influiría en la posterior forja del carácter y pensamiento político-teórico del escritor, cimentadas sobre una vasta cultura formal y popular, y una experiencia vital hiperestésica. El apodo de la familia paterna era Saramago ("Jaramago" en español, nombre de una planta herbácea silvestre de la familia de las crucíferas). El niño debería haberse llamado José Sousa, pero el funcionario del registro civil cometió un "lapsus calami" (error de pluma) y lo anotó como José «Saramago», aunque hay quienes dicen que fue una broma del funcionario, conocido de su padre. El registro oficial menciona el día 18 de noviembre, aunque fue el 16. En 1925, la familia de Saramago se mudó a Lisboa, tras un breve paso por Argentina, donde su padre comenzó a trabajar de policía. 
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25 de enero de 2016

Las intermitencias de la muerte (José Saramago)

- Libro nro. 367 leído en este blog -


Género:  Novela   (¿?)
Año:          2005
Páginas:  280
Título original: As Intermitências da Morte
Traducción:  Pilar del Rio
Editorial: Alfaguara 
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Valoración:   Muy bueno      
(La valoración siempre es en función del interés que me despierta la lectura de un libro; no es una calificación literaria)
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Por más trascendente que sea un tema, y el de la muerte sin duda lo es, la imaginación casi poética de José Saramago hará que el lector sienta que todo se puede abordar desde distintos ángulos.

En este libro que no le encuentro ubicación en cuanto a género, el gran escritor portugués utiliza la ironía, el humor, la filosofía, la religión y, claro está, la ficción, para compartir con el lector aquello de "¿que pasaría si...?" que subyace en algunas de sus notables creaciones (Ensayo sobre la ceguera, La balsa de piedra, etc.). 

Aquí, la pregunta es "¿que pasaría si de un día para otro, los seres humanos dejasen de morir?". Menudo tema! Algunas respuestas posibles las encontramos en la capacidad narrativa de Saramago, con su peculiar estilo de obviar los puntos y aparte, los guiones al comienzo de los diálogos y otras particularidades. Quienes hemos leído otros libros de este autor, no nos sorprendemos y por el contrario, nos identificamos totalmente con esta manera de escribir tan personal.  Volviendo al libro, hay segmentos que arrancan sonrisas, otros hacen reflexionar. Una muestra del humor: los dueños de las funerarias temen ir a la quiebra y por eso ofrecen entierro de animales, ya que la "ausencia" de muerte solo afecta a los seres humanos. 

En cada página hoy una frase o un pensamiento inteligente y también profundo. En el resumen que sigue a estos párrafos, hay más datos sobre este texto valioso y recomendable (en mi opinión)
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 Sinopsis 
En un país cuyo nombre no será mencionado se produce algo nunca visto desde el principio del mundo: la muerte decide suspender su trabajo letal, la gente deja de morir. La eurofia colectiva se desata, pero muy pronto dará paso a la desesperación y al caos.Sobran los motivos. Si es cierto que las personas ya no mueren, eso no significa que el tiempo haya parado. el destino de los humanos será una vejez eterna.Se buscarán maneras de forzar a la muerte a matar aunque no lo quiera, se corromperán las conciencias en los "acuerdos de caballeros" explícitos o tácitos entre el poder político, las mafias y las familias, los ancianos serán detestados por haberse convertido en estorbos irremovibles. Hasta el día en que la muerte decide volver...
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El autor 

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23 de septiembre de 2013

El viaje del elefante (José Saramago)

- Libro nro. 212 leído en este blog -
Género:   Novela
Año:         2008
Páginas:   270
Título original: A Viagem do Elefante
Traducción:  Pilar del Río
Premio Nobel de Literatura 1998
Elegido por:    Autor   -   Género/Temas   -    Recomendación/Críticas
Lectura: Biblioteca
Valoración:  Bueno



El propio José Saramago no lo considera una novela sino más bien un cuento largo; si él lo dice, así será. Novela o cuento, tengo la impresión personal de que esta es una de las obras "menores" del gran escritor, hechas para divertirse y divertir a sus seguidores, o para "desasosegar" como declaró en alguna ocasión. Sea como sea, El viaje del elefante tiene el sello inconfundible de su estilo, con humor, ironía y frases que a uno lo dejan pensando.

Según cuenta Saramago, se decidió a escribir este relato después de una conversación sostenida en Lanzarote con un grupo de amigos, en la que salió a relucir el hecho histórico según el cual el rey de Portugal Juan III le regaló un elefante al archiduque Maximiliano de Austria, cuando éste a la sazón se hallaba en Valladolid. Así se le ocurrió esta narración sobre las peripecias que debió afrontar el elefante Salomón (después se llamo Solimán) durante su larga caminata primero de Lisboa a Valladolid y de allí a Viena.

Los seguidores de Saramago, acostumbrados a su peculiar estilo de escribir casi sin signos ortográficos y con nombres propios en minúscula, sin duda disfrutarán con este relato. Lo leí con una sonrisa, igual que me ocurrió con Caín. El escritor tomo un acontecimiento que figura en los libros de historia y alrededor del mismo teje su ficción cargada de humanismo y ternura, matizando también el relato con sus particulares digresiones sobre cualquier tema, por más nimio que sea.

Saramago comenzó a escribir este libro estando enfermo de neumonía y debió interrumpirlo cuando tenía escritas sólo 40 páginas. Perdió 17 kilos de peso y se sintió "muerto en vida", pero pudo recuperarse y terminarlo. El elefante murió a poco de llegar a Viena. Le cortaron las patas delanteras para ponerlas a la entrada de palacio como recipiente para depositar paragüas y bastones. El autor dijo que ese final tan injusto refleja también las incertidumbres que se le presentan al ser humano después de la muerte, "ya que no sabemos muy bien adonde nos llevan".

José Saramago siempre propone algo en que pensar.
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Sinopsis (copiada del libro)
A mediados del siglo XVI el rey Juan III ofrece a su primo, el archiduque Maximiliano de Austria, un elefante asiático. Esta novela cuenta el viaje épico de ese elefante llamado Salomón que tuvo que recorrer Europa por caprichos reales y absurdas estrategias. El viaje del elefante no es un libro histórico, es una combinación de hechos reales e inventados que nos hace sentir la realidad y la ficción como una unidad indisoluble, como algo propio de la gran literatura. Una reflexión sobre la humanidad en la que el humor y la ironía, marcas de la implacable lucidez del autor, se unen a la compasión con la que José Saramago observa las flaquezas humanas.
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Primeras líneas
Por más incongruente que le pueda parecer a quien no ande al tanto de la importancia de las alcobas, sean éstas sacramentadas, laicas o irregulares, en el buen funcionamiento de las administraciones públicas, el primer paso del extraordinario viaje de un elefante a austria que nos proponemos narrar fue dado en los reales aposentos de la corte portuguesa, más o menos a la hora de irse a la cama. Quede ya registrado que no es obra de la simple casualidad que hayan sido utilizadas estas imprecisas palabras, más o menos. De este modo, quedamos dispensados, con manifiesta elegancia, de entrar en pormenores de orden físico y fisiológico algo sórdidos, y casi siempre ridículos, que, puestos tal que así sobre el papel, ofenderían el catolicismo estricto de don juan, el tercero, rey de portugal y de los algarbes, y de doña catalina de austria, su esposa y futura abuela de aquel don sebastián que irá a pelear a alcácer-quivir y allí morirá en el primer envite, o en el segundo, aunque no falta quien afirme que feneció por enfermedad en la víspera de la batalla.
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El autor

José Saramago con su esposa y
traductora, Pilar del Río
José Saramago nació en la freguesia la Azinhaga (municipio de Golegã, en el distrito central del Ribatejo, Portugal), cerca del río Tajo, a 120 km al noreste de Lisboa. Sus padres fueron José de Sousa y Maria da Piedade, una pareja campesina sin tierras y de escasos recursos económicos. Este origen influiría en la posterior forja del carácter y pensamiento político-teórico del escritor, cimentadas sobre una vasta cultura formal y popular, y una experiencia vital hiperestésica. El apodo de la familia paterna era Saramago ("Jaramago" en español, nombre de una planta herbácea silvestre de la familia de las crucíferas). El niño debería haberse llamado José Sousa, pero el funcionario del registro civil cometió un "lapsus calami" (error de pluma) y lo anotó como José «Saramago», aunque hay quienes dicen que fue una broma del funcionario, conocido de su padre. El registro oficial menciona el día 18 de noviembre, aunque fue el 16. En 1925, la familia de Saramago se mudó a Lisboa, tras un breve paso por Argentina, donde su padre comenzó a trabajar de policía.
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Otros libros de José Saramago leídos en este blog

Ensayo sobre la ceguera
Ensayo sobre la lucidez 
Caín
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17 de enero de 2012

Ensayo sobre la lucidez (José Saramago)

Género:    Novela
Año:         2004
Páginas:   423
Valoración:  Muy bueno



En esta novela, José Saramago plantea la importancia que puede tener el voto en blanco en una elección política. Tal vez sería interesante dejar escaños vacíos en una cantidad proporcional a los votos en blanco, como una muestra del desprecio o poca confianza que los ciudadanos sienten hacia sus políticos. ¿No es para pensarlo?.

Una vez más, el gran Saramago, con sus metáforas, ironías, sentido del humor y denuncias directas o encubiertas, nos ayuda a pensar y nos abre la mente, mientras disfrutamos de su particular manera de escribir, donde no encontramos nombres propios ni diálogos precedidos por un guión o comillas. Sin embargo, sabemos siempre quién es el que habla (el inspector, el médico, la mujer de las gafas, etc. etc). Nunca un nombre propio!

 En Ensayo sobre la lucidez, este admirable Premio Nobel analiza el funcionamiento de la democracia y disecciona la sociedad en la que vivimos; sobre todo el poder que pueden tener los ciudadanos cuando votan a una u otra opción política, cuando ninguna satisface plenamente sus necesidades. ¿Por qué no, entonces, el voto en blanco?

 En la presentación de esta novela, Saramago señaló que la democracia en que vivimos está deteriorada por los poderes económicos y que los partidos políticos son cómplices de estos poderes al mantener un sistema y leyes que favorecen más los intereses económicos que los sociales. “Solo podemos cambiar a un gobierno por otro, pero poco más", decía. “El poder real está en el poder económico, que como todos sabemos, no es democrático”.

La novela basa su argumento en unas elecciones municipales que se realizan en un país que no se identifica. El 70 por ciento de los ciudadanos decide votar en blanco y solo el 25 por ciento es considerado como voto válido. El gobierno queda estupefacto ante esta expresión popular y no sabe que hacer. Hay diálogos desopilantes entre el presidente y sus ministros. Piensan que se trata de una conjura, que todo es obra de extremistas, y que los ciudadanos que votaron en blanco no son patriotas.

 El descalabro institucional es mayúsculo, nadie sabe que hacer. Primero se implanta el estado de sitio y luego el gobierno en pleno decide abandonar la ciudad y retirar también al ejército y la policía, trasladándose todos a otra ciudad. Muchas cosas suceden y aquí no las vamos a contar. Hay dos personajes que sobresalen en la parte final: un inspector de policía y una mujer, la única que conservó la vista durante la epidemia de luz blanca ocurrida hace cuatro años en la novela de Saramago que precede a éste: Ensayo sobre la ceguera, la que es aconsejable leer antes de Ensayo sobre la lucidez.

Quien esto escribe lee a Saramago casi siempre con una sonrisa a la vez que su cerebro procura asimilar todo o parte de lo que intenta transmitirnos. Hay que ir conociéndolo y la mejor manera de hacerlo es a través de sus libros. A veces puede resultar un poco farragoso; todo es cuestión de intentarlo.
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11 de abril de 2011

Ensayo sobre la ceguera (José Saramago)


Género: Novela

Páginas: 366

Año:      1996

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Excelente!

Encontré este libro en una estantería durante una visita familiar. Me dispuse a hojearlo para "pasar el tiempo". Al completar la primera página ya no pude detenerme hasta la 160 y por qué era hora de irnos. Me lo llevé a casa y lo terminé en tres días.

Es un libro demoledor, producto de la imaginación de Saramago. Se lee como una novela de suspenso. ¿Cómo terminará todo esto que describe?.

Con su peculiar estilo de evitar casi los punto y aparte, la particularidad de comenzar los diálogos con una letra en mayúscula después de una coma, el autor nos describe lo que podría ser un mundo en el que de improviso todos nos quedáramos ciegos. "Bajamos todos los escalones de la indignidad" dice Saramago en su relato.

Es un libro impactante, conmovedor, en el que no hay ningún nombre propio, con excepción del de Dios, algo curioso por parte de un ateo absolutamente convencido.

"...es comprensible que alguien pregunte cómo se sabe que estas cosas ocurrieron así y no de otra manera, la respuesta es que todos los relatos son como los de la creación del universo, nadie estaba allí, nadie asistió al evento, pero todos sabemos lo que ocurrió..", dice Saramago en un pasaje del libro.

Dentro del terrible drama que describe, con reiterados apuntes escatológicos, el autor desliza algunas frases de un humor sutil que provocan sonrisas.
Creo personalmente que es una obra mayor, altamente recomendable.
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Sinopsis

Ensayo sobre la ceguera es la ficción de un autor que nos alerta sobre «la responsabilidad de tener ojos cuando otros los perdieron». José Saramago traza en este libro una imagen aterradora y conmovedora de los tiempos sombríos que estamos viviendo, a la vera de un nuevo milenio. En un mundo así, ¿cabrá alguna esperanza? El lector conocerá una experiencia imaginativa única. En un punto donde se cruzan literatura y sabiduría, José Saramago nos obliga a parar, cerrar los ojos y ver. Recuperar la lucidez y rescatar el afecto son dos propuestas fundamentales de una novela que es, también, una reflexión sobre la ética del amor y la solidaridad.
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Caín (José Saramago)



Género:  Novela
Año:       2009
Páginas: 200
Valoración:  Muy bueno 



Imaginemos por un momento que leemos este libro y no sabemos quien lo escribió. Al llegar a la última página podríamos decir que se trata de un texto liviano que se lee con una sonrisa, siempre y cuando podamos despojarnos de todo fanatismo que pueda condicionar nuestro pensamiento.

Alguien se dedicó a escribir, apelando a nuestro sentido del humor, su versión ficticia de una parte de la historia sagrada, cuestionando su veracidad. Algunos lo considerarán una irreverencia y ni siquiera lo leerán, pues sabiendo que el autor es un ateo declarado, ya podrán imaginar por dónde vienen los tiros.

Otros digerirán las 200 páginas convencidos de que todos los temas pueden abordarse libremente aceptando la posibilidad de opiniones diferentes a las nuestras. Y cuando alguien se atreve a tocar temas que pueden ser urticantes y lo hace apelando al humor y la ironía, el resultado es un soplo de aire fresco frente a tabúes que no pasan sólo por la religión.

Los creyentes no modificarán su fé después de haber leído Caín, y los –también creyentes- de mentalidad abierta (que los hay y muchos) seguramente entenderán esto como un hecho anecdótico en la carrera literaria de José Saramago, el Premio Nobel que de tanto en tanto se lanza a cuestionar aspectos que hacen a la vida corriente. Ahora le tocó el turno a la religión, nada más ni nada menos.

Es un libro corto. Se lee rápido y a otra cosa. Pero si ha llegado a molestar a las anquilosadas jerarquías eclesiásticas ya ha hecho su aporte. Una referencia personal. De niño me habían hecho creer que debajo de mis pies, en las profundidades de la Tierra había un infierno al que iría si me portaba mal. El tiempo que viví aterrorizado pensando en ese fuego eterno, no lo voy a recuperar nunca.

Pero en esto cada uno es libre de pensar lo que le parezca, y vaya mi respeto a todas las creencias.
-JT*


18 de junio de 2010

José Saramago

Este blog lamenta su muerte. Otros sabrán rendirle el merecido homenaje.





Primeros y último párrafo de la nota-información que publica hoy EL PAIS


El escritor portugués y Premio Nobel José Saramago ha muerto en torno a la una menos cuarto de la tarde hora canaria (dos menos cuarto hora peninsular) a los 87 años en su residencia de la localidad de Tías (Lanzarote). El autor de 'La balsa de piedra' fue poeta antes que novelista de éxito y antes que poeta, pobre. Unido el periodismo a esos otros tres factores (pobreza, poesía y novela) se entenderá la fusión entre preocupación social y exigencia estética que ha marcado la obra del único Premio Nobel de la lengua portuguesa hasta hoy.
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Novelas como La caverna, El hombre duplicado, Ensayo sobre la lucidez o Las intermitencias de la muerte llevan al terreno narrativo reflexiones sobre el consumo, la sociedad de masas, el sistema democrático o la idea de la muerte. Muchas de ellas parecen nacidas de una pregunta: "¿qué pasaría si?" Si la gente votase masivamente en blanco en unas elecciones, si alguien decidiese vivir al margen de la economía capitalista, si se encontrasen dos hombres totalmente idénticos. Otra de esas preguntas era qué pasaría si la gente dejase de morir. José Saramago sabía que había cosas que sólo suceden en la imaginación crítica de un escritor de novelas.
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23 de noviembre de 2008

El blogger recomienda....


…recientes entrevistas al Premio Nobel José Saramago, un coloso de la literatura y del pensamiento.

El escritor portugués acaba de cumplir 86 años y tras recuperarse de una seria enfermedad concluyó su, hasta ahora, última novela, El viaje del elefante. Ya piensa en la siguiente, aprovechando que el corazón y la mente todavía le responden, según sus propias palabras .

Contrario a todo tipo de divismo y con la humildad de los verdaderamente grandes, Saramago resume su filosofía sosteniendo que “Hay tres preguntas que no podemos dejar de hacernos en la vida: ¿por qué?, ¿para qué?, ¿para quién?.

En su octogéximosexto aniversaro, este blog quiere compartir algunas de sus citas más célebres:


Los únicos interesados en cambiar el mundo son los pesimistas, porque los optimistas están encantados con lo que hay.


En un matrimonio hay tres personas: el hombre, la mujer y la tercera persona formada por los dos.

Yo no invento, sólo miro por detrás de lo que ya existe.

La derrota tiene algo positivo, nunca es definitiva. En cambio la victoria tiene algo negativo, jamás es definitiva.

Las tres enfermedades del hombre actual son la incomunicación, la revolución tecnológica y su vida centrada en su triunfo personal.

Dentro de nosotros existe algo que no tiene nombre y eso es lo que realmente somos.

Pienso que todos estamos ciegos. Somos ciegos que pueden ver, pero que no miran.

¿Qué clase de mundo es éste que puede mandar máquinas a Marte y no hace nada para detener el asesinato de un ser humano?.

En ningún momento de la historia, en ningún lugar del planeta, las religiones han servido para que los seres humanos se acerquen unos a los otros. Por el contrario, sólo han servido para separar, para quemar, para torturar. No creo en dios, no lo necesito y además soy buena persona.

El poder real es económico, entonces no tiene sentido hablar de democracia

Si hay que buscar el sentido de la música, de la filosofía, de una rosa, es que no estamos entendiendo nada.

Las entrevistas mencionadas al principio puede leerse en:
http://www.elpais.com/articulo/portada/hablen/muerte/conozco/elpepusoceps/20081123elpepspor_3/Tes
http://www.revistaenie.clarin.com/notas/2008/11/22/_-01806877.htm
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