Este corto publicitario de 3:20 minutos y demoledora simpleza, muestra cuantas diferencias y semejanzas hay entre el libro tradicional y el llamado libro electrónico.
El mensaje, rotundo como el pan, demuestra que con ambos se puede hacer exactamente lo mismo, a pesar de que en sus respectivas concepciones hay siglos de distancia.
Ambos habrán de convivir en los tiempos venideros, cada uno con sus ventajas y desventajas. Sería injusto que el adminículo electrónico, un recién llegado, desplace de sopetón a ese fiel compañero de tantos momentos y elemento insustituible como herramienta de cultura.
Corresponderá a los lectores decidirse por uno u otro (¿por qué no por ambos según las circunstancias?).
Al libro electrónico, o e-reader, con su pantalla de tinta líquida, no le será fácil hacer olvidar al lector el placer que se siente al acariciar el lomo y sentir el contacto del papel liso o áspero de los libros tradicionales.
Tengo la sensación de que no será lo mismo leer Los miserables en esa pantallita plana y ascética que hacerlo en el grueso volumen de hojas ya amarillentas que algunos conservamos con verdadero cariño.
Destaquemos entre las ventajas del libro electrónico –que las tiene- el factor ecológico. Es que a menos papel, menos tala de árboles y una mayor preservación de la naturaleza.
Lo importante es que este avance tecnológico no se fagocite al querido tomo de tapas y folios que ha reinado desde los tiempos de Gutenberg. Si ello ocurriera, creo que no, los tomos que tanto adornan las bibliotecas de los hogares, deberán ser reemplazados por esos lomos huecos que suelen utilizarse en las películas para dar la sensación de que en esa casa hay gente que disfruta del placer de la lectura.
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1 comentario:
Estoy segura que conviviran, entre ellos y cualquier otro soporte que aparezca, para disfrute e incitación a los jóvenes al goce de la lectura con todo lo que implica en el proceso mental de las personas.
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