Esta es una niña negra. Cuando crezca seguirá siendo negra.
Estos son niños sudamericanos. Cuando crezca seguirán siendo sudamericanos.
Este es un niño árabe. Cuando crezca seguirá siendo árabe.
Este es un niño blanco. Cuando crezca seguirá siendo blanco.
José Trepat
Y así con todas las etnias que están repartidas en el planeta; no las puedo citar a todas aquí porque no las sé y porque sería redundante. Ya está bien con estos cuatro casos para desarrollar un ensayo personal de opinión sobre racismo, discriminación y tolerancia.
Alguien discriminaría a estos niños/niñas? Probablemente no, pero cuando sean mayores, algunos serán el blanco de ese estigma.
Nadie elige en que religión ha de nacer, que color tendrá su piel ni cuales son los antecedentes de sus antepasados a lo largo de la historia.
Soy un acérrimo defensor de que se juzgue a las personas como individuos y no como miembros de una comunidad determinada. Eso de discriminar a alguien por su credo, color o raza, no va con mi manera de pensar y me asusta e incomoda escuchar a mi alrededor a quienes se refieren a alguien –sin conocerlo en profundidad- diciendo: “Ah, éste es xxxxxx….” marcando a esa persona con un estereotipo social.
La persona catalogada así puede, a su vez, hacer lo propio con quien la juzga tan a la ligera, y así gira la noria.
También es frecuente escuchar que por tener un documento que lo acredite con una nacionalidad determinada –lo del nacimiento es un mero accidente geográfico- alguien se crea mejor que otro que ha visto la luz tal vez al otro lado de un río que marca la frontera entre dos países.
La historia ofrece innumerables casos de crecimiento personal en base a esfuerzo, perseverancia, valores humanos como decencia, honradez, sacrificio, desinterés y amor al prójimo, independientemente de que provenga de cuna rica o pobre.
Si bien a una comunidad se la identifica por rasgos que han ido cimentándose a lo largo de las generaciones, no todos los individuos que componen esa sociedad son iguales ni tienen por qué sentirse superiores como tales en desmedro de otros congéneres que han crecido en condiciones mucho más adversas, por los distintos factores que han coadyuvado a que ello sea así.
A lo largo de mi vida he tenido la satisfacción de conocer a personas que no eran de mi religión, de mi color de piel ni de mi condición social. Quizás tenía un preconcepto de ellas en base a esos factores, pero que maravillosos individuos resultaron ser a medida que iba conociéndolos en el trato diario. Qué estúpido es eso de discriminar a alguien sin conocerle, y que recomendable es ejercer la TOLERANCIA, o sea, respetar lo que es diferente de nuestros valores; tal vez los que ellos sostienen sean más sólidos. Esto queda para sociólogos y filósofos.
Cuando en un partido de fútbol, un anónimo espectador blanco le endilga a un jugador negro el insultante “negro de m……” se autodescalifica y en el ardor de la pasión seguramente no se pregunta si él es mejor persona que el destinatario de su insulto. Sería bueno que, “en frío” lo hiciera.
Aquí entramos en lo que parece ser el meollo de la cuestión: la formación familiar que recibimos independientemente de nuestra condición social. Si todos somos producto del entorno en el que hemos crecido probablemente se dirá que hay atenuantes para justificar un comportamiento determinado. Para que una pieza de cerámica adquiera la forma buscada, hay que ir moldeándola pacientemente mientras la arcilla aún es maleable.
Si una vez terminada la cerámica se rompe, el responsable no será quien la haya moldeado… o sí, dependerá del caso. Pero a todos nos toca la responsabilidad de moldear a quienes podamos hacerlo. Claro que el resultado final nunca será idéntico a las otras “piezas”; por algo somos individuos, una persona con abstracción de las demás.
Si estas líneas han servido para que al menos una persona reflexione unos instantes sobre racismo, discriminación o tolerancia, el objetivo está cumplido.
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8 comentarios:
Qué palabra y tan exacta para la vapuleada paz: TOLERANCIA, empezando por aprender a tolerarnos a nosotros mismos en nuestras virtudes (no creernos los mejores)y defectos (no somos tan malos), no?
martagbp
Marta. Exacta tu observación. Slds.
Querido José: Que oportuna y feliz me hace tu nota, ya que aquí se publican situaciones que no los benefician respecto a la actitud de los Españoles hacia los extranjeros(sean turistas ó residentes). En cartas de los lectores de Clarín del día de hoy hay un ejemplo de ello. Nosotros no podemos rasgarnos las vestiduras,ya que somos los inventores de "los cabecitasnegras" etc.Pero si hay una realidad, nunca se les negó la entrada al país a quien quisiera trabajar y ser honesto-(hoy por motivos y políticos non santos entran lo peor de muchos paises). Se que es un tema interesante y controvertido, pero muy lindo para charlarlo francamente. Nuevamente te felicito por tú valentía y ganas de poder intercambiar ideas.
A flaco. Gracias por tu comentario. Habrás observado que en mi breve nota no hago mención de ningún país en particular, sino que me refiero al ser humano como individuo, como ser universal. Soy contrario a que se etiquete a una persona por el lugar donde ha nacido, y partidarios de que se lo juzgue por el aporte que haga a la convivencia entre sus semejantes dentro del ámbito en que le toque vivir. Es tan simple como eso. No me he referido a las políticas oficiales sobre aceptación o rechazo de lo que es foráneo. Habría que conocer esas políticas a fondo para poder opinar sobre el tema. Lo que me interesa son las actitudes individuales de quienes pudiendo hacer algo por los demás, lo hacen. Y voy a mencionar algunos nombres que me vienen a la memoria. Su condición de personajes públicos hace que las actividades que desarrollan trasciendan más que las de miles de personas anónimas que colaboran de diversas maneras. Recuerdo a la actriz Audrey Hepburn en Africa junto a negritos pobres y desnutridos, igual que Angelina Jolie en la actualidad. En España, el animador de televisión Jesús Vázquez y los actores Imanol Arias y Ana Duato, son embajadores de organizaciones de las Naciones Unidas y se los ve también en Africa llevando ayuda a la infancia de ese continente tan olvidado. Si aprovechan su popularidad para fomentar estas iniciativas, que lo hagan, me parece perfecto. En cada rincón del mundo habrá gente así, gente que dignifica a la condición humana.
Yo por ser inmigrante estando en España, me he encontrado con todo tipo de reaccion, sobre todo con gente de aca que le vendria bien leer esto. Por suerte he conocido mucha gente y la verdad que me quede sorprendido con la gente de Africa (gambia, costa de marfil, etc) que llego a España en patera con la puesto y que a penas hablan el español, lo buenas personas que son, educados y trabajadores sobre todo, habria que aprender de ellos.
Sí, acá se discrimina mucho! Quizás algún día les toque estar del otro lado, y puedan reflexionar... Un poco eso me pasó a mí, pensando en todas las veces que en Argentina hablábamos mal de los peruanos, bolivianos, etc... Y ahora veo que hblab sin conocimiento de causa, como muchos aún lo hacen en todas partes del mundo.
A José. entiendo tu nota y sé del universalismo de la misma, pero desgraciadamente el ser humano tiene en su cultura y tradición una mochila de prejuicios y preconceptos heredados de todos nuestros antepasados y cultivados hasta no hace muy poco tiempo. Pienso que la comunicación sirve para revertir esos malos pensamientos y también para sacar a flote todo lo podrido que hay en nuestra sociedad. A veces se tardan años en acostumbrarnos a las nuevas realidades(en si siempre fueron asi pero nunca las supimos ver). Muchos antepasados las vieron pero insisto, fueron casi héroes (Ghandi, Mandela, Luther king, Jesús, Madre Teresa, Héroes anónimos de los ghetos y las guerras civiles , etc) y muchos que dieron sus vidas por tener sus códigos y que fueron incomprendidos por la sociedad.
Sé que siempre me salgo de la universalidad y me involucro en el tema pero soy así y me gustan tus temas y argumentos ya que como te dije en un principio nos ayuda a intercambiar ideas y fortalecernos no para tener razón sino para ser mejores. Un beso
A Fer T. Ana y flaco. Gracias por los aportes. Vemos que el tema da para reflexionar como lo han hecho ustedes. Cuando se conoce a una persona en profundidad, nuestros preconceptos pueden cambiar y se la acepta o rechaza como individuo que es, y no por pertenecer a una comunidad determinada. Estoy de acuerdo con Fer T. sobre los negros africanos. Los que he podido conocer son muy buena gente, discretos y trabajadores.
Cuando Ana dice "aca se discrimina mucho" está generalizando. Hay quienes discriminan y quienes no lo hacen. Veo que cada uno está personalizando el tema. Mi opinión ha querido ser más global. gracias por los comments!
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