Un distinguido seguidor registrado de este blog dedicó en las últimas horas parte de su tiempo y muchos de sus conocimientos a despejar negros nubarrones que se cernían sobre la herramienta que posibilita el funcionamiento de la página.
Conectándose directamente desde su domicilio al ordenador del blogger, salió a dar batalla a un verdadero ejército de troyanos que habían invadido, con caballo de madera y todo, el sistema operativo que mantiene al blog conectado con sus visitantes.
Uno a uno, los troyanos invasores y malévolos adláteres, fueron cayendo ("troyano que huye sirve para otra infección", habrán pensado).
No se firmó la paz ni nada parecido con los invasores; tal vez alguno haya quedado agazapado esperando el momento oportuno para dar el zarpazo, pero si eso ocurre, esperemos que el informático Aquiles (así lo hemos bautizado) esté preparado para continuar la lucha y que proteja bien su talón.
*
No hay comentarios:
Publicar un comentario