Año: 2010
Páginas: 1.400
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Lectura interrumpida
La ciencia ficción ha sido y es cultivada por escritores de notable prestigio. ¿Quién, en el mundo de los libros, no conoce a Arthur Clarke, Ray Bradbury, Isaac Assimov, entre tantos otros?. No es un género que me apasione particularmente, pero no obstante, a lo largo de los años pude leer algunos libros que me interesaron mucho.
En ese grupo recuerdo la formidable novela La amenaza de Andrómeda, de Michel Crichton, pero como fue leída hace varias décadas, no sé que impresión podría causarme una relectura, ya en este siglo XXI. Otra que me gustó de Crichton fue Parque Jurásico, por su originalidad, pero también me llevé dos decepciones con “Congo” y “Esfera”, muy malas.
En época más reciente, hace cuatro años, me topé en las estanterías de un supermercado con un voluminoso tomo de 1.200 páginas: El quinto día, del entonces ignoto Frank Schätzing (ignoto para mí, claro). Me interesó lo que proponía en la contratapa, me lo llevé y desde las primeras páginas el argumento me atrapó, con la ayuda del ritmo que le imprimió el autor.
Tal es así que desde entonces estuve atento a la aparición de un nuevo libro de Schätzing, y un buen día llegó Límite, con más páginas aún que El quinto día. Comencé a leerlo con mucho interés porque el tema prometía: el remanido agotamiento de los recursos energéticos en la Tierra (petróleo, etc.) el descubrimiento de un nuevo combustible en la Luna, viajes interestelares, y demás.
Pero el caso es que llegué hasta la página 400 y todavía no sabía claramente de qué iba el meollo de la novela (tal vez limitación mía). Para mi gusto, Schätzing alargaba mucho las situaciones, y yo lector, con 400 páginas leídas, esperaba algo más. La lista de libros por leer iba aumentando, así que decidí aparcar a Límite con la intención de retomarlo más adelante.
Una salvedad: Por respeto al autor, no se puede comentar un libro si éste no se ha leído íntegramente. En el caso de Límite, volveremos después de que haya consumido las 1.000 páginas que están esperándome. Esto ha sido tan solo una separación amistosa.
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