Género: Novela policial
Páginas: 328
Año: 2011
Aceptable
*
Esta novela policial de Jordi Sierra i Fabra, tal vez la más reciente de su impresionante producción, da la impresión de que ha sido escrita sin mucho esfuerzo; aumentará su larga lista, pero poco más.
Nos presenta a una joven detective, quizás demasiado joven, que se ha hecho cargo de la agencia privada que dirigía su padre, antes de que éste sufriera un intento de asesinato pocas semanas atrás. Ahora dirige y aconseja a la entusiasta Berta, desde su lecho de enfermo.
La aventura comienza cuando una anciana octogenaria le encomienda la búsqueda de su loro Mauricio, un animal exótico en vías de extinción, por el que pagó una fortuna. Berta acepta el encargo y poco a poco se mete en la oscura historia familiar. Hay otra muertes y aparece en escena una mafia que se dedica al tráfico de animales exóticos.
El autor aprovecha para decir seguramente lo que piensa sobre el comercio de especies amenazadas, algo que muchos compartimos, y para criticar a aquellos sectores de la sociedad que aun celebran “fiestas” y se “divierten” con el sufrimiento de los animales.
Sierra i Fabra saca a relucir también sus dotes de reputado especialista en música al presentarnos a la joven detective como integrante de un grupo musical que va a tener su primera actuación en vivo. El hecho en sí tiene poco que ver con el nudo central de la novela; todo parece indicar que el autor quiso escribir algo sobre dos temas de su competencia, la defensa de los animales y la música. Nada reprochable por cierto.
Sin embargo, esa incursión en el mundo de la música le permite al autor plasmar con un poco más de precisión la personalidad de la protagonista en esta, su segunda presentación, después de El caso del falso accidente, donde podemos conocer a Berta Mir, que todavía no he leído.
Jordi Sierra i Fabra es un escritor catalán al que vengo siguiendo con interés después de una serie de novelas ambientadas en la Barcelona de principios del siglo XX y en el período histórico que siguió a la Guerra Civil. Tengo la intención de seguir repasando su producción literaria, aunque esta última obra no alcanza el nivel de las anteriores. Claro que es una opinión personal con la que se puede disentir.
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