En este espacio que hemos titulado REVIVAL DE BLANCO Y NEGRO, tienen cabida las películas de por lo menos 50 años y filmadas, obviamente, en blanco y negro
Género: Suspenso
Año: 1944
Duración: 107 minutos
Título original: Double Indemnity
Director: Billy Wilder
Elenco: Fred Mac Murray, Barbara Stanwick, Edward G. Robinson
***** (Muy buena)
Si algún cinéfilo que no la haya visto tiene la oportunidad de conseguir esta película, no deje escapar la ocasión de disfrutar de esta valiosa muestra del cine de aquellos inolvidables años. Perdición está basada en la novela de James M. Cain Double Indemnity, traducida al castellano como Pacto de Sangre. El guión ha sido adaptado por Raymond Chandler (nada menos) y Billy Wilder, este último responsable también de una dirección a la que es difícil encontrarle defectos, aunque algunos tiene como se menciona más adelante..
Hablando con gente joven a veces me causa gracia escucharles decir que no entienden como pueden gustarme esas películas "tan viejas". Obviamente ellos no las vieron y parece difícil que lo hagan; viven otros tiempos, otras modas, otros gustos. También es verdad que en todas las épocas se hicieron filmes buenos y malos; de lo que se trata es de rescatar los trabajos sobresalientes.
Encontramos al poco expresivo Fred Mac Murray en una actuación bastante correcta como un vendedor de seguros que se involucra en un caso de crimen y estafa en complicidad con Barbara Stanwyck en su papel de mujer fatal, tan a su medida. Completa el trío estelar el notable y siempre eficaz Edward G. Robinson quién, extrañamente, aquí no hace de gangster, sino del jefe de Mac Murray en la compañía de seguros.
En Perdición no se trata de saber quien es el asesino (el espectador está enterado desde casi el principio) sino de seguir el proceso que llevará a su descubrimiento. El autor del libro, James M. Cain, se basó en un caso real ocurrido en 1927 en el que Ruth Snyder y su amante planearon el asesinato del marido para cobrar la doble indemnización de la póliza.
Dos perlitas que se me hicieron evidentes mientras visionaba la película. El primero, una puerta de un apartamento que se abre hacia afuera (¿?) y segundo, la rígida peluca que luce Barbara Stanwyck con ese horrible flequillo enroscado sobre la frente; son dos detalles que llaman la atención pero, con un poco de buena voluntad, no desmerecen la calidad de este filme.
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