17 de julio de 2015

El inolvidable mundo de la historieta (reedición)


José Trepat
Pasaron ya 60 años, pero como si fuera ayer! Es que hay recuerdos de una determinada etapa de la vida que es imposible olvidar; o tal vez no los queremos olvidar porque corresponden a momentos de ilusión y fantasía en la que todo nos parecía posible.

Con el paso del tiempo aumentaron las obligaciones y los duros golpes de una realidad que nada tenía que ver con ese mundo de ficción que los pre adolescentes encontrábamos en los personajes salidos de lo que para nosotros era un verdadero tesoro: las revistas de historietas.

Hablo en plural porque seguramente no soy el único que ha tenido esas sensaciones pero también es cierto que la infancia-juventud de otros habrá sido diferente, así que para una mayor precisión voy a delimitar esta nota a mi experiencia personal.

Mi acercamiento a los personajes de historieta se produjo a los 10 años en la vastedad del campo argentino, donde el único contacto con el exterior era la radio a lámparas y obviamente enchufado a la electricidad que suministraba un acumulador alimentado por un molino de viento. Pero un buen día, el hallazgo de pilas de revistas guardadas en un armario me permitió entrar a un nuevo mundo. Además de las Selecciones del Reader's Digest ya mencionado en otra nota, encontré allí pilas de BillikenPatoruzú, publicaciones muy populares en esa época. Comenzaba un paseo -que todavía sigue- por los caminos de la fantasía.

Pelopincho y Cachirula era una historieta unitaria impresa a todo color, pensada para niños y por lo tanto cargada de ingenuidad. Había sido creada por el dibujante uruguayo Fola y relataba las andanzas de dos amiguitos, el algo torpe Pelopincho y la más avispada Cachirula. En la misma revista me encontraba también con otra simpática pareja, Ocalito y Tumbita, nombres todos estos bastante curiosos.

Con el indio Patoruzú la empatía fue inmediata y se prolongó en el tiempo, prácticamente hasta que dejó de publicarse. Cuando lo conocí, el personaje creado por Dante Quinterno tenía ya muchos años de vigencia, desde 1928, y fué -o es- quizá el más representativo de la historieta argentina.

Patoruzú, un cacique tehuelche, había comenzado sus andanzas como un personaje humilde, taciturno e ignorante, a cargo de un tutor porteño con más educación, Isidoro Cañones, su padrino, quién con el tiempo fue consolidándose también como protagonista y tuvo sus tiras propias. Después de ese comienzo un tanto apagado, el dibujante y creador Dante Qinterno, lo transformó en un poderoso estanciero de la Patagonia, dotado de una fuerza y velocidad increíble pero sin perder nunca la ingenuidad.

Su generosidad en la distribución del dinero entre los débiles y humildes fue el eje de muchos episodios. Un dato curioso es que al comienzo su nombre no era Patoruzú sino Curugua-Curiguagüigua, pero el director del diario que publicaba las tiras sugirió a Quinterno que lo cambiara por otro "criollo y pegadizo, como la pasta de orozuz" (un dulce popular de la época) "porque su nombre le descoyuntaba las mandíbulas".

Con el traslado de la quietud del campo a la caótica Buenos Aires. el noble indio y su entorno: la Chacha, que lo había criado desde niño, Ñancul, el capataz de su estancia, Pampero, su caballo imbatible y el ladino padrino Isidoro Cañones, se vinieron conmigo y durante muchos años seguí sus andanzas.

En Buenos Aires no todo era gratis como en la chacra del campo. Todo había que comprarlo y la situación económica familiar no daba para esos "excesos". De manera que lo poco que podía conseguir con las monedas que me daban mis padres, tenía para mí un valor incalculable.

Un día vi en un kiosko de revistas que había salido una nueva: Rayo Rojo, de formato muy pequeño y a un precio asequible, 20 centavos. Comencé así a coleccionarla y desde el primer número me "enamoré" de su personaje estrella, Colt Miller, el justiciero. Los episodios tenían continuidad así que esperaba con ansiedad la llegada del lunes para ir al kiosko y aumentar la colección que guardaba en una caja de cartón. No sé cuántas veces habré leído las mismas revistas.

Esa fue la primera revista "mía". La segunda fue Fantasía, que salió poco después y que esperaba con la misma expectativa semana tras semana. Allí estaban las aventuras del "Coronel X", episodios de espionaje durante la Segunda Guerra Mundial; mi mundo iba ampliándose. Pero lo bueno estaba por llegar.

Había que ayudar a la economía familiar y la oportunidad se presentó cuando me llamaron para ir a trabajar a un puesto de venta de diarios y revistas, en las horas que me quedaban libres después de la escuela. No lo podía creer! Tenía todas las revistas a mi disposición! Y hasta me dejaban llevarlas a mi casa y traerlas al día siguiente siempre que las cuidara bien. ¡No podía pedir más!

De todos los personajes que conocí, algunos quedaron en mi memoria. Una que formó parte de la edad de oro de la historieta argentina era Misterix, que comenzó a editarse en 1948 y siguió publicándose hasta 1965. Allí disfruté de las aventuras del personaje que le dio nombre, Misterix, de Kansas Kid (comenzaban a gustarme las andanzas de vaqueros), y de otro que llegó a gustarme mucho, Bull Rockett, un ex piloto de pruebas creado por el notable y famoso Héctor Germán Oesterheld, el padre de El eternauta, posiblemente la mejor historieta jamás creada. Con Bull Rockett comenzaron a interesarme esas historias "inteligentes" y bien elaboradas. Apareció en 1952 dibujado por el eximio artista italiano Paul Campani, el mismo que ilustró las viñetas de Misterix en su primera época.

Oesterheld creó también junto con Hugo Pratt al corresponsal de guerra Ernie Pike, una serie de historieta bélica ambientada en la Segunda Guerra Mundial. Ernie Pike estaba basado en Ernest Pyle, un periodista norteamericano de la vida real. Su rostro fue dibujado copiando los rasgos del propio Oesterheld. A diferencia de los estándares del género, la historieta no relata batallas ni estereotipa a los Aliados o a los Nazis como "buenos" o "malos". En cambio, se concentra en relatar historias trágicas de los soldados, generalmente malentendidos o desencuentros que acaban mal: personajes que pierden la razón, que matan a sus amigos por error o por creer erróneamente haber sido traicionados. Oesterheld utiliza la historieta bélica para reflejar su rechazo por la guerra.

Si hablamos de historietas no puede faltar Tarzán, el hombre-mono que pergeñó Edgar Rice Burroughs y que ha tenido numerosas versiones tanto en revistas como en el cine y la televisión. La radio está asociada también a Tarzán en mis recuerdos. Todos los días a las seis de la tarde Radio Splendit emitía un capítulo de 15 minutos, con barritos incluidos del elefante Tantor.

Tarzán hizo su aparición como historieta en 1912, adaptada después como novela. Recordemos su historia, que Wikipedia tiene la gentileza de facilitarnnos:
John Clayton es el único hijo de una pareja de aristócratas escoceses perdidos en la selva africana a finales del siglo XIX. Después de sus muertes, John es adoptado por una manada de simios parecidos a los gorilas, los «mangani», estos le llaman «Tarzán», que en maganí significa «piel blanca». Tarzán adquirió grandes habilidades físicas, podía saltar desde los árboles, columpiarse por la lianas y era capaz de enfrentarse a cualquier animal salvaje para defender a su familia, sin embargo, también heredó un gran nivel de habilidad mental. Solamente vuelve a contactar con seres humanos cuando ya es adulto. En este período, aprende a hablar francés e inglés y visita el mundo civilizado, pero lo rechaza para volver a la jungla.
Volviendo a la fantasía pura, tenemos a Mandrake el mago, que nació en 1934 de la imaginación de Lee Falk. Mandrake era un ilusionista con una capacidad hipnótica rápida y efectiva. Además de un consumado mago del mundo del espectáculo luchaba contra criminales y malhechores. Cuando gesticulaba hipnóticamente éstos veían sus armas transformadas en serpientes o barras ardientes. Junto con su amigo Lothar, un gigante negro, Mandrake no figuraba entre mis historietas preferidas pero también ocupó un espacio. Viéndolo ahora a la distancia, causa risa su disfraz, igual que el de Lothar, que se movía en la ciudad con sólo un tapa rabo de piel de leopardo.

Mucho más creíble era el detective Rip Kirby, nacido de la imaginación y el dibujo excepcional de Alex Raymond. Esta tira fue publicada en la prensa norteamericana desde su nacimiento en 1946 hasta 1999, también otros países por supuesto, en períodos varios.

Raymond, que antes de la guerra había dado vida al conocido personaje Flash Gordon, dibujó la tira hasta su muerte, ocurrida en accidente de automóvil el 6 de septiembre de 1956. En un primer momento, el propio dibujante escribía también los guiones, pero desde 1952 (o, según algunos, desde 1948) fue auxiliado por Fred Dickenson. Tras la muerte de Raymond, tomó el relevo de la serie John Prentice, quien a su vez contó con la ayuda de dibujantes como Alden McWilliams, Al Williamson y William Boring. Dejó de publicarse el 26 de junio de 1999.

Leemos en Wikipedia: El protagonista es un detective neoyorquino, aunque muy distante de los patrones del género. Es un antiguo combatiente de la Segunda Guerra Mundial, alto y atlético, de mediana edad. Viste con elegancia, lleva gafas de gruesa montura, fuma en pipa y es amante del coñac y la música clásica (toca el piano). Le gustan también el golf y los coches deportivos. Vive en un confortable apartamento con Desmond, un ex convicto inglés transformado en sofisticado mayordomo. 

Kirby está prometido a la rubia Honey Dorian, pero en su amor se cruza con frecuencia la morena Pagan Lee, con lo que las historias de la serie no discurren siempre por los cauces habituales del género policíaco, sino que se da cabida a temáticas propias de otros géneros, como el melodrama sentimental. En sus aventuras consigue descifrar los más intrincados casos, mostrando influencias tanto de Dashiell Hammett como deAgatha Christie. Los casos se resolvían según la pauta de "¿Quién es el asesino?", pero los malhechores pertenecían a todos los estamentos de la sociedad y se movían por pasiones humanas perfectamente reconocibles y creíbles. Carecía de la falsedad inherente al mundo de Christie, centrándose en la realidad social del momento.

El Sargento Kirk es otra creación de Oesterheld. Su primer dibujante fue el italiano Hugo Pratt, entonces radicado en Argentina, y posteriormente porSolano López y otros. Kirk pertenecía al Regimiento 7 de Caballería del Ejército Estadounidense que sirve en la postguerra del Lejano Oeste. Es forzado a participar en una masacre de Amerindios, y Kirk deserta y se dedica a criar caballos en el Ranch del Cañadón Perdido con amigos como él: Maha, un indiecito sobreviviente de la tribu Tchatoga; El Corto, un ex ladrón de caballos, y Forbes, un médico ex alcohólico, quien es el que narra las historias. Son personas sin un lugar definido en ese mundo que los rodea. Esencialmente un hombre noble, Kirk trata incluso a sus enemigos con tolerancia y humanismo.

Dos super pesados de la historieta que han mantenido su vigencia a través del tiempo: Superman yBatman. Los dos son personajes inverosímiles pero así son las historietas, imaginación pura.

Superman es un super héroe creado por el escritor estadounidense Jerry Siegel y el artista canadiense Joe Shuster en 1932.


Con el éxito de sus aventuras, Superman ayudó a crear el género del superhéroe y estableció su primacía dentro del cómic estadounidense. La apariencia del personaje es distintiva e icónica: un traje azul, rojo y amarillo, con una capa y un escudo de “S” estilizado en su pecho, escudo que se ha convertido en un símbolo del personaje en todo tipo de medios de comunicación.

La historia original de Superman relata que nació con el nombre de Kal-El en el planeta Krypton; su padre, el científico Jor-El, y su madre Lara Lor-Van, lo enviaron en una nave espacial con destino a la Tierra cuando era un niño, momentos antes de la destrucción de su planeta. Fue descubierto y adoptado por Jonathan Kent y Martha Kent, una pareja de granjeros de Smallville, Kansas, que lo criaron con el nombre de Clark Kent y le inculcaron un estricto código moral. El joven Kent comenzó a mostrar habilidades superhumanas, las que al llegar a su madurez decidiría usar para el beneficio de la humanidad.


Batman y su amigo Robin los crearon los estadounidenses Bob Kane yBill Finger. La identidad de Batman ha sido asumida por dos personajes hasta el momento, el primero fue Bruce Wayne (renombrado como Bruno Díaz en algunos países de habla hispana, un empresario multimillonario y filántropo.

Después de ser testigo en su niñez de la muerte de sus padres, jura venganza y, tras someterse a un riguroso entrenamiento físico y mental, se dedica a combatir la delincuencia en Ciudad Gótica. A diferencia de otros superhéroes, no posee superpoderes sino que utiliza el intelecto junto a aplicaciones científicas y tecnológicas para crear armas y herramientas con las cuales atrapar a los criminales. Reside en la mansión Wayne (en cuyos subterráneos se encuentra la Baticueva), y es asistido por el fiel el mayordomo Alfred Pennyworth.

No vamos a plantear aquí todos los interrogantes que nos dejan el modo de accionar de algunos de estos héroes. Son muchos y variados, pero que cada uno de nosotros se quede con la fantasía. Tampoco hablaremos de las sospechas de dudosa moralidad en las relaciones Batman-Robin y El llanero solitario-ToroEse aspecto ya fue abordado en otra nota.

Como colofón, una mención a dos historietas más actuales pero igual de excepcionales.

Mortadelo y Filemón es una serie de historieta humorística creada y desarrollada por el español Francisco Ibáñez a partir de 1958, la más popular de las suyas, y probablemente de todo el medio en España. La serie nació con el nombre de Mortadelo y Filemón, agencia de información, tomando como base cómica la ficción de detectives y con historietas de una a cuatro páginas. Desde el principio los personajes protagonistas estaban definidos: Filemón es un hombre colérico de dos pelos y es el jefe. Mortadelo es alto y calvo, con nulo sentido común.




Astérix el Galo
Serie de historietas cómicas creada por René Goscinny (guion) yAlbert Uderzo (dibujo), aparecida por primera vez el 29 de octubre de 1959 en la revista Pilote. Traducida a multitud de idiomas (incluyendo latín y griego antiguo), está disponible en otros muchos países, lo que la convierte probablemente en la historieta francesa más popular del mundo y en la más popular del ámbito francófono, junto a la belga Tintín. Un elemento clave para el éxito de las series es el hecho de que contiene elementos cómicos para lectores de distintas edades: a los niños suelen gustarles las peleas y otros gags visuales, mientras que los adultos suelen apreciar las alusiones a la cultura clásica, las figuras contemporáneas y los juegos de palabras.
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