Género: Novela negra, intriga
Páginas: 384
Año de publicación: 2010
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OPINION: Bueno
Muchos de nosotros nos aficionamos a la llamada “novela negra” leyendo a los grandes del género (Raymond Chandler, Dashiell Hammett, James Cain, entre los estadounidenses). Luego, en época más reciente, se produjo la invasión de los escritores nórdicos ya ampliamente conocidos por el grueso de los seguidores del género.
Todos ellos nos transportaron a escenarios poco conocidos, lo cual no es desdeñable pues ello nos permitió conocer -a través de sus libros- lugares y costumbres diferentes a los nuestros. En esta lista de nombres no pueden faltar el francés Georges Simenon ni las británicas P.D.James o Mary Higgins Clark.
Pero también hay escritores más cercanos a nosotros y a nuestra idiosincrasia; en este caso me refiero a los autores españoles contemporáneos que avanzan a paso firme en este rubro. Puedo mencionar a tres entre otros tantos, que me han dejado un muy buen sabor de boca: Alicia Giménez Bartlett, Domingo Villar y Francisco González Ledesma.
A este grupo acaba de incorporarse Lorenzo Silva, con la novela que acabo de leer, La estrategia del agua, en la que presenta nuevamente a la pareja de investigadores de la Guardia Civil, Bevilacqua y Chamorro.
A lo largo de su desarrollo el lector sigue paso a paso los avances de la pareja hacia un final previsto pero no por ello menos interesante. Lorenzo Silva se basó en un caso real para urdir la trama de esta novela bien escrita y bien resuelta, en la que los escenarios y hechos son reconocibles y creíbles. Tiene también toques de humor y los personajes están dotados de humanidad; son personas “normales”.
Por haberse inspirado en un hecho real, que no es el que se expone en el argumento, el autor aprovecha para dejar constancia de algunas críticas al funcionamiento del Sistema Judicial, algo con lo que el ciudadano común se ve identificado, sobre todo si lee los periódicos o mira los informativos de la tele.
JT
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SINOPSIS
Tras una decepcionante experiencia con el sistema judicial que ha puesto en libertad a un asesino encerrado por Vila, éste se halla desencantado y más escéptico de lo que acostumbra. Así se enfrenta al caso que le ocupa: un hombre, Óscar Santacruz, ha aparecido con dos tiros en la nuca en el ascensor de su casa, sin que ningún vecino haya oído ni visto nada. Parece el «trabajo» de un profesional, lo que parece un tanto desmesurado dada la aparente poco trascendencia de la víctima.
Vila y Chamorro comienzan una investigación, muy a regañadientes por parte de Vila, actitud que empezará pagando «el nuevo», Arnau, un joven guardia que poco a poco se irá ganado la confianza de Vila. Parece que los problemas en la vida de Óscar Santacruz se limitan a un divorcio mal llevado con un hijo de por medio. Pero, ¿puede ser ésta la razón de su asesinato? ¿Qué esconde la denuncia que pesaba sobre la víctima por malos tratos? ¿Y su detención por tráfico de drogas? ¿En qué oscuros asuntos estaba envuelto este hombre en apariencia tan poco peligroso?
Una novela sobre los claroscuros de las relaciones, sobre los pasadizos del sistema judicial, sobre las modernas técnicas de investigación incorporadas por la Guardia Civil, sobre las injusticias que provocan las leyes.
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