25 de abril de 2011

Zapatos italianos (Henning Mankell)



 Un Mankell diferente al que conozco 

Género:  Novela, narrativa nórdica
Año: 2006
Páginas:  370
Leído en catalán
Lectura: Biblioteca
Valoración: Bueno



Fredrik Welin es un médico jubilado que elige una solitaria isla de la costa sueca para pasar el resto de sus días con la única compañía de un perro y un gato. Sú unico contacto con el mundo exterior es un viejo cartero que lo visita regularmente para llevarle alguna correspondencia comercial y consultarlo sobre alguno de sus achaques.

La monótona vida de Fredrik se ve alterada súbitamente por la inesperada visita de un antiguo amor al que creía haber borrado ya de su vida. Harriet, enferma de cáncer, viene a exigirle el cumplimiento de una antigua promesa: llevarla a una laguna que había tenido un significado especial en la juventud de ambos.

Con esto como tema central, Henning Mankell nos invita a acompañar a Fredrik en lo que habrá de ser también un viaje a su mundo interior y a su pasado. La mayor de las sorpresas que recibe es la de conocer a la hija de ambos, cuya existencia desconocía… El viaje a través de los gélidos escenarios lo enfrenta inevitablemente con su propia vida y le ayudará a saber quién es realmente.

Eso le brinda la posibilidad de asumir la responsabilidad de los actos que cambiaron su vida tanto como la de otras personas.

Esta no es el tipo de novelas que convirtieron a Henning Mankell es uno de mis escritores favoritos. Me hice seguidor fiel fascinado por la serie que tiene al comisario Kurt Wallander como personaje central. Una vez “retirado” Wallander continué leyendo todo libro de Mankell que llega a mis manos, esperando que me sorprenda.

Tenemos entonces a dos Mankell: el que urde intrigas con gran maestría, y el que se lanza a describir los sentimientos y el mundo interior de las personas. “Zapatos italianos” pertenece a este último grupo, y me deja satisfecho, a diferencia de otros títulos que no lo lograron (por ejemplo: Profundidades). Es natural: con una producción de casi medio centenar de obras, no todas pueden ser del agrado de un mismo lector.
J.T.

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