Los franceses tienen muchas cosas buenas, mucha historia y mucho arte. Nadie con sentido común puede negarlo. Como potencia imperial tiene también su cuota de responsabilidad por el sometimiento de pueblos en la época colonial, a la que dieron también dudoso lustre Inglaterra, España, Holanda, Italia, Portugal, entre otros.
Siempre se discutirá sobre si de esos países-colonia se llevaron más de lo que dejaron. Si opinamos por lo primero tendremos muchos adeptos.
Pero no se trata aquí de hablar sobre el pasado colonial de Francia, sino que hace al onomástico de la creación del símbolo por antonomasia que lo identifica ante el mundo: su himno nacional, La Marsellesa.
Los seres humanos somos diferentes por cierto y todos tenemos nuestra particular manera de pensar acerca de un tema determinado, pero hagamos la prueba de despojarnos de nuestro fervor patriótico que incluye la exaltación del himno y la bandera, y votemos por EL HIMNO por excelencia.
Por supuesto que todos habrán adivinado que mi voto es para La Marsellesa, que originalmente se llamó Chant de guerre pour l’Armée du Rhin (“Canción de guerra para el Ejército del Rhin”). Fue compuesto por Claude Joseph Rouget de Lisle el 25 de abril de 1792, y adoptado en 1795 como el primer himno de la nación francesa.
Su letra épica e inconfundibles acordes hicieron que fuera utilizado como himno revolucionario. En Perú y Chile, tanto el Partido Aprista Peruano como el Partido Socialista de Chile escribieron sus propias versiones de La Marsellesa para que fuesen sus himnos.
Rouget escribió la letra dedicada al Mariscal Nicolas Luckner, un oficial francés nacido en Baviera. En cuanto a la melodía es una adaptación de un tema creado en 1781 por Giovan Battista Viotti. Su ritmo pegadizo fue adoptado rápidamente por la Revolución Francesa, e identificado como La Marsellesa luego de fuera cantada en las calles por voluntarios procedentes de Marsella.
Uno de los voluntarios (llamados fédérérs), Francois Mireur, había cantado la canción en una reunión de patriotas en Marsella, y las tropas la adoptaron para acompañar la marcha de la Guardia Nacional de Marsella. Médico recién graduado, Mireur llegó a general bajo el mando de Napoleón Bonaparte, y murió en Egipto a los 28 años.
Cabe señalar que el himno fue prohibido sucesivamente por Napoleón I, Luis XVII, y Napoleón III.
Durante los siglos 19 y comienzo del 20 La Marsellesa fue reconocido como el himno del movimiento revolucionario internacional y en 1871 fue adoptado por la Comuna de París. Ocho años más tarde, en 1879, fue reestablecido como himno nacional francés, y así continua desde entonces.
El cine ayudo mucho a difundir La Marsellesa y como colofón de esta nota, un enlace a la MEJOR ESCENA de CASABLANCA ( para este servidor la mejor película jamás filmada). La escena dura 1:55 minutos, en la que además de la emocionante versión de La Marsellesa (la vi mas de 50 veces y las 50 veces me emociona) pueden verse dos segundos magistrales (1:26) del rostro de Ingrid Bergman. En esos breves instantes se lee una expresión de orgullo y admiración hacia su marido, como nunca había visto en el cine.
El enlace es:
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2 comentarios:
Lo mejor de todo es el comentario que puede leerse en youtube, de un argentino, seguramente:
"les calló el orto"
para qué explicar en frases largas lo que puede explicarse en 4 palabras?
Sí, seguramente francés no era.
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