Género: Ciencia ficción, Novela
Páginas: 590*
Regular
*
El libro que nos ocupa hoy, El testamento Maya, lo abandoné más o menos en la mitad,
siguiendo el consejo del Jorge Luis Borges: “Si
un libro no te gusta, déjalo, no sigas leyendo”.
Acometí la lectura atraído por mi interés hacia las
misteriosas civilizaciones del pasado en América, sobre todo inca, azteca y
maya. Todo comenzó hace muchos años, cuando llegó a mis manos El retorno de los brujos, de Louis Pauwels y Jacques Bergier, publicado en 1960.
Ese libro esboza algunas teorías sobre misterios que continúan
siéndolo, como por ejemplo Las líneas de Nazca, en Perú, por mencionar sólo uno
y no alargar en demasía esta nota. El libro de Pauwels y Bergier me cautivó y
de tanto en tanto volvía a recorrer sus páginas, hasta que un día desapareció
de mi biblioteca. Otro misterio.
El testamento Maya es una novela de ciencia ficción y al
principio me interesó ya que hablaba de esas civilizaciones, pero al promediar
el texto el autor conduce a sus personajes a situaciones inverosímiles, poco
creíbles, en las que una tontería supera a la anterior.
Me quedé con las ganas de ver como Steve Alten resuelve el meollo
de la obra, en la que llega a vaticinar el fin de la humanidad para el 21 de
diciembre de 2012. Si eso va a ocurrir mejor dedico el tiempo que me queda a
leer algo que esté más relacionado con el pasado y presente del ser humano.
Dejaré el futuro para los novelistas de imaginación febril.
Se dice que para cada momento hay un libro apropiado. Debe ser
entonces que la conexión entre mi momento y este libro no es la adecuada. Pero
siempre hay que dar una segunda oportunidad y quizás volvamos a encontrarnos
con Steve Alten, dado que ha escrito bastantes libros y debe tener muchos
adeptos.
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