31 de diciembre de 2011

Buitres y gorrioncillos

Gracias al paso dado por el rey Juan Carlos -obligado por las circunstancias- de informar a la opinión pública sobre el dinero que percibe la Casa Real, estamos conociendo algunos datos que provocan naúseas entre los ciudadanos que tratamos de sobrevivir en esta sociedad, una más de entre los países capitalistas, modernos y democráticos.

Francisco González

Emilio Botín

Rodrigo Rato 
Tomemos solo tres ejemplos de ejecutivos bancarios:
Francisco González, presidente del BBVA – 5,3 millones de euros anuales.
Emilio Botín, presidente del Santander – 4,9 millones
Rodrigo Rato, presidente del Banco Financiero y de Bankia – 2,34 millones.

Estos tres filántropos deciden que no pueden otorgarte un préstamo de 500 euros porque no presentas las suficiente garantías y, cuando te conceden una hipoteca, te enganchan para toda la vida con intereses siniestros y humillantes.

¿De qué lado crees que está el estado capitalista, del tuyo o del de ellos?. Estos buitres carroñeros caminan por las calles o se desplazan en sus automóviles con chófer, en medio de la inercia de los cinco millones de desocupados y de quienes perciben/percibimos sueldos miserables.

¿Y la Justicia Popular? ¿Cómo debería manifestarse?

¡Qué bonito en la televisión el abrazo del rey con Emilio Botín en algún circuito de la Fórmula Uno, para ver a Fernando Alonso –un gran piloto, todo sea dicho- sentado en el cockpit de su Ferrari gracias a los 200 millones de euros que Botín le transfirió al Conde de Montezemolo.

Y hablando de Alonso, también es insultante enterarse de lo que ganan los deportistas de élite. Está bien que “trabajan” para empresas comerciales, pero es demasiado grande la desigualdad que permite este tipo de sociedad.

Pero es el sistema que las mayorías de votantes han elegido, así que “a jo y agua” (todos sabemos que esto quiere decir “a joderse y aguantarse”).

Esto ocurre en la mayoría de los países sin que las masas aborregadas (me gusta esta expresión) abran la boca y se manifiesten. Muchos prefieren barrer las basuras propias debajo de la alfombra, para que la enseña patria no se vea mancillada ante el mundo.

Esto no es cuestión de banderas, sino de individuos que explotan a otros que sufren y callan. Allá ellos los que se ponen una mano en el corazón y son felices cantando los himnos a voz en cuello. En España ya ni siquiera pueden cantarlo porque no tiene letra.
-José Trepat
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2 comentarios:

flaco dijo...

A José: H.de P. hay millones y van a seguir habiendo, pero corazón y familia hay una sola, por eso hay que cuidarlos. Así que como dicen ustedes:Salud y pesetas y lo demás que se vayan a .......
Besos.

Marixi dijo...

"¡Què la tortilla se vuelva, què la tortilla se vuelva... què los pobres coman pan, y los ricos mierda mierda!"