Año : 1966
Páginas: 280
Muy bueno
Con que pocos elementos se puede hacer una gran novela, aunque Cinco horas con Mario (1966) más bien parece una pintura de un fragmento de realismo social de época. El argumento es bien simple. Un día determinado muere Mario, y su mujer, Carmen, lo vela durante cinco horas en soledad y en un largo soliloquio, en el que echa en cara del difunto todos los defectos que el pobre Mario fue acumulando en vida, de acuerdo a la visión particular de la esposa.
Mario no puede responder ni defenderse, así que no le queda más remedio que “escuchar” lo que su mujer piensa de él y de las relaciones entre ambos. Ella lo hace con pertinaz machaconería, reprochándole una y otra vez que no haya sido capaz de comprarle un “Seiscientos”, aquel pequeño automóvil “que lo tiene todo el mundo, hasta el más desgraciado”.
Dando rienda suelta al monólogo de lo que fueron sus veinte años de vida matrimonial, Carmen lo acusa de supuestas relaciones con su cuñada aunque no presenta ninguna prueba acerca de su veracidad. Le echa en cara la frialdad en su noche de bodas, algo que menciona varias veces, a la vez que le confiesa un flirteo que ella misma mantuvo con un conocido mutuo.
Le aclara, eso sí, que la cosa no pasó de un beso. Es que Carmen había idealizado a ese cortejante, que se perfumaba y olía a tabaco rubio, en comparación con “su” Mario, casi siempre mal entrazado y rodeado del desagradable aroma de su tabaco negro.
Cada tanto incluía en su monólogo “no es que me queje Mario, pero ….” esto, esto y esto….todo en contra del indefenso marido muerto.
El libro, que pertenece a la literatura española de posguerra, ofrece una buena descripción de la condición humana y de la época en que transcurre la acción, pues en el monólogo se introducen otros personajes vinculados con el matrimonio Carmen-Mario y la vida de la sociedad en la España interior, que tan bien captó Miguel Delibes en sus novelas.
En esta obra, el gran escritor castellano dosifica el humor con el drama, provocando en el lector sonrisas y reflexiones. Un muy buen libro para leer sin prisa, degustando cada párrafo, aunque sea reiterativo. Lo que ocurre es que la mujer, Carmen, se muestra reiterativa y Delibes no hace más que reflejar la estrecha mentalidad de ella y de la clase media clasista y simpatizante del régimen franquista.
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