Me queda sólo por ver el capítulo 12, el último de la segunda temporada, y no queda más que esperar con ansiedad el comienzo de la tercera, previsto para septiembre de este año, según he leído por ahí.
Homeland no tiene desperdicio; el argumento, el desarrollo y las actuaciones, alcanzan un nivel no muy frecuente, y cuando el tele espectador se "engancha" con la historia, lo que ocurre desde el comienzo, ya es muy difícil dejarla. Series como ésta convierten a la televisión en un rival muy duro para el cine.
Para los que aún no la vieron habría que explicar brevemente el argumento de Homeland, inspirada en la serie israelí "Prisioneros de guerra". El ejército de EStados Unidos rescata a un sargento que había estado prisionero de los iraquíes durante ocho años. La primera imagen del sargento Nicholas Brody (interpretado por el actor Damian Lewis) nos lo presenta con cabello muy largo y barba de varios meses, lo que da una idea del tiempo de encierro.
El sargento Brody es recibido como héroe en su país y todos le rinde honores presentándolo como un ejemplo de valor y coraje. Su aparición con vida es una gran sorpresa para su esposa Jessica y sus dos hijos, que lo creían muerto. La mujer recibe la inesperada llamada de su marido mientras estaba en la cama con un ex compañero de éste, quién se había convertido prácticamente en padre de los niños. Aquí queda planteado un drama familiar que se prolongará a lo largo de los capítulos.
Aparece entonces un departamento de la CIA a cargo de las actividades terroristas. Uno de sus principales miembros, la agente Carrie (papel que asume la admirable Claire Danes), despliega sus dotes de gran actriz y enseguida nos convence de que es una persona con una obsesión enfermiza contra el terrorismo. Es así que desde un primer momento sospecha que Brody es un doble agente y que detrás de su imagen pública de héroe de guerra, esconde la intención de llevar a cabo un atentado de gran magnitud en las altas esferas políticas norteamericanas.
Ciertos comportamientos de Brody parecen darle la razón, pero otros hechos que sólo los teles espectadores podemos ver, nos hacen pensar que la realidad es distinta, pero nunca podemos estar seguros, por acontecimientos que van sucediéndose uno tras otro gracias a un guión admirablemente escrito y que sorprende al espectador en cada capítulo. Los jefes de Carrie en la CIA también tienen lo suyo. Nunca estamos seguros de que sean lo que parecen. No avancemos más porque lo mejor es ver la serie.
Pero sí merece que se destaque la excepcional labor de los dos actores principales y también de los que tienen a su cargo papeles menores. La serie ha recibido gran cantidad de premios y todos son merecidos. Se trata sin duda de ENTRETENIMIENTO de calidad y la recomendación está plenamente justificada.
- J.T.
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