- Libro nro. 234 leído en este blog -
Género: Ficción histórica
Año: 2013
Páginas: 752
Elegido por: Autor (préstamo y recomendación)
Valoración: Muy bueno
Encuentro con una amiga:
-¿Conoces este libro?
-Claro que conozco el libro y también a la autora. Lo que leí de ella me gustó mucho!
-Bueno, te lo presto, ya me dirás que te parece
-Bien, gracias pero...¿no es del tipo romántico que gusta más a las mujeres, contra lo cual no tengo ningún tipo de prejuicio?
- Qué va! Tiene romance, sí, pero también muchas otras cosas; es para todo tipo de lector.
Y así me hice con El sueño de las Antillas. Efectivamente, tiene todos los elementos de una muy buena novela y se lee con verdadero interés (mi opinión). De Carmen Santos tenía el antecedente de Días de menta y canela, novela que me había gustado mucho en su momento, cuando la leí hace unos seis años. Me parecía extraño que después de esa exitosa experiencia, la autora hubiese pasado tanto tiempo sin escribir.
Carmen Santos forma parte de un conjunto de mujeres escritoras españolas que después de haber leído una de sus novelas quedé con un buen sabor de boca y dispuesto a repetir con sus siguientes trabajos: Julia Navarro (Dime quien soy), María Dueñas (El tiempo entre costuras), Dolores Redondo (El guardián invisible), Susana Fortes (Esperando a Robert Capa), Alicia Giménez Bartlett (varios títulos), entre otras.
El sueño de las Antillas me resultó un muy placentero viaje a la Cuba colonial como marco de una historia bien pensada y bien escrita, con lujo de detalles y descripciones sobre costumbres, vestuario, gastronomía, la industria del azúcar y la esclavitud, todo reunido en un gran trabajo de investigación de la escritora valenciana, que a juzgar por la extensa bibliografía que se publica al final del libro, se ha documentado a conciencia y estoy seguro de que lo ha hecho de manera personal (a diferencia otros grandes nombres de la literatura comercial que tienen equipos de asistentes, por ejemplo Ken Follett).
El argumento de la novela puede leerse en el resumen. Su tuviese que consignar algún reparo sólo diría que le "reprocho" a la protagonista, Valentina, una muchacha muy virtuosa, que no se haya esforzado más para evitar caer en el negocio de la prostitución cuando, recién llegada a La Habana, debió valerse por sí misma para sobrevivir. A través de la red social Facebook, Carmen Santos se presta al diálogo abierto y llano con quien desee dialogar con ella, y esto es algo que se aprecia.
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Resumen (tomado del libro)
En la Habana del siglo XIX, una mujer decide tomar las riendas de su vida y forjarse su propio destino. 1858. Cuando Valentina zarpó desde España hacia la colonia de Cuba en pasaje de tercera clase, tenía un joven marido a su lado y el corazón repleto de ilusiones. A su llegada a la isla, sin embargo, sus sueños se resquebrajan: su esposo ha muerto durante la agotadora travesía y el lugar, de pronto, se revela como un entorno hostil. Solo Tomás Mendoza, un atractivo médico que viajaba en el mismo barco que ella, intenta ayudarla proponiéndole matrimonio. Pero Valentina le rechaza por orgullo, pues no está dispuesta a inspirar lástima, aunque eso signifique tener que vender su cuerpo en un refinado prostíbulo caribeño. Lo que no sospecha es que hay hombres que no se conforman con unas horas de lujuria comprada y que algunos, como el rico y apuesto Leopoldo Bazán, bajo sus caballerosas formas esconden la más abyecta crueldad. Con el pulso firme y sagaz de los grandes novelistas, Carmen Santos ha tejido una historia inolvidable que tiene mucho de las grandes sagas. De las calles habaneras al prostíbulo y de allí a los fastuosos salones de la alta sociedad isleña, enriquecida hasta lo inimaginable con el cultivo de la caña de azúcar, El sueño de las Antillas nos cuenta la historia de una mujer fuerte, valiente y carismática que, en una época de intrigas políticas por la independencia de Cuba y por la abolición de la esclavitud, se debate entre la ambición, la venganza y el amor verdadero.
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El quitril, mencionado varias veces en la novela |
Primeras líneas
1858, tarde otoñal en un puerto de Asturias
Las olas invadían el puerto con la misma disciplina que los soldados cuando desfilaban en las fiestas de señalar por las calles madrileñas. La mole azul abrazaba la cintura del buque con la determinación de un amante henchido de lujuria. Valentina se ruborizó ante lo pecaminoso de sus pensamientos. Inspiró hondo para apagar el insensato fuego del rostro y posó la mirada en las facciones angulosas de su marido. A cierta distancia, Gervasio llevaba un buen rato departiendo con uno de los marineros que en breve les conducirían a través del océano al Nuevo Mundo. Gervasio, hombre locuaz y alegre, entablaba enseguida conversación con los extraños. Había charlado sin parar con los campesinos que les habían dado cobijo en sus establos cuando el dinero no les alcanzaba para pagar el alojamiento en una fonda, con los carreteros que les habían permitido viajar acurrucados entre la carga junto a su gastada maleta de cartón en la que apenas cabía una muda para cada uno, y con los tenderos a los que habían comprado las escasas provisiones que les daban fuerzas para proseguir su incesante búsqueda del mar.
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La autora
Carmen Santos (Valencia, 1958) vivió parte de su infancia y adolescencia en Alemania antes de regresar a España en 1974. Ha publicado cuatro novelas hasta el momento: La vida en cuarto menguante (Zócalo Editorial, 2003), La cara oculta de la luna (Debolsillo, 2004) y Días de menta y canela (P&J,2007) y El sueño de las Antillas.
En 1989, Carmen decidió dejar un trabajo de oficina para dedicarse a la traducción, los idiomas y, sobre todo, a escribir. En 1999, logró publicar un relato en el Heraldo de Aragón y en 2003 uno de sus textos ganó el V Premio Internacional de Relatos Paradores de Turismo de España. Ese mismo año publica su primera novela En la actualidad, Carmen Santos reside en Zaragoza y se dedica exclusivamente a la literatura.
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