- Libro nro. 239 leído en este blog -
Género: Novela, policial
Año: 2003
Páginas: 450
Título original: Mission flats
Traducción: Araceli Arola
Elegido por: Autor
Valoración: Bueno, pero un poco largo
Ya lo dije otras veces: me gustan mucho las novelas sobre juicios en los que se ventila un hecho delictivo, preferiblemente un crimen; esas batallas dialécticas entre el fiscal y el abogado de la defensa, con alegatos finales, suspenso por el veredicto del jurado y todo eso.
Por ello, sin dudarlo, me llevé este libro a casa cuando lo vi en la biblioteca porque tenía en mente la novela Defender a Jacob que había leído del mismo autor y que me había dejado una excelente impresión. Comencé a pasar páginas y el esperado juicio no llegaba. "Es normal que al principio se expongan todos los hechos, ya llegará", me dije. Pero no llegó. Así que esta novela, que para muchos probablemente sea muy buena, en mi caso resultó una especie de frustración... porque no tuve el juicio que esperaba. A partir de la mitad ya se me iba haciendo larga, pero seguí hasta el final, resignado a mi suerte.
Las novelas de este tipo deben ser -en mi opinión- ágiles y de lectura fácil. El texto de La puerta roja es por momentos farragoso y abunda en detalles que empezaban a cansarme. Está bien construida, sin duda, y por eso ha obtenido algunos premios, pero no llenó mis expectativas. Es que, como dice refrán: "para gustos, los colores".
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Sinopsis (tomada del libro)
Junto a un plácido lago al oeste de Maine, a las afueras de una ciudad dormitorio llamada Versailles, aparece el cuerpo de un hombre en una cabaña abandonada. El cadáver pertenece a un ilustre fiscal del distrito de Boston. Ben, el investigador, descubre una historia secreta de asesinatos y venganzas. Una cosa es cierta: la revelación más sorprendente está aún por llegar.
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Primeras líneas
En pantalla aparece una mujer apoltronada sobre un flotador de goma, con el rostro hacia el sol y las yemas de los dedos correteando sobre el agua. El flotador tiene forma de donut. Gira en círculos, perezosamente. La playa sale en el encuadre, a la izquierda. La mujer está embarazada; la camisa de madrás que lleva sobre el bañador no logra ocultar su dilatado vientre. Levanta la cabeza y mira hacia la cámara, y su boca pronuncia las palabras: "¡Para!, ¡apaga eso!, ¡mírame!". El cámara se agita, aparentemente a causa de una carcajada. La mujer entorna los ojos y tuerce la cintura, un gesto que en el cine mudo denota frustración. Se dirige al cámara y sin palabras dice: "Hola, Ben", y luego se une a la carcajada antes de volver a bajar la cabeza y dejarse llevar por la corriente un rato más.
Esa mujer es mi madre, y el bebé que lleva en su vientre soy yo. ...
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El autor
William Landay nació y creció en Boston. Graduado por la Universidad de Yale y la Facultad de Derecho de la Universidad de Boston, trabajó durante seis año como fiscal auxiliar del distrito antes de dedicarse a escribir. La puerta roja es su primera novela.
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