Son muchos los propósitos que alientan la creación de un blog personal y muchas también las maneras de mantenerlo latente.
Entre los propósitos se puede decir que es una manera de expresarse, de salir un poco del ostracismo en el que se desarrolla nuestra existencia, y abrir nuevas ventanas al mundo que nos rodea. Esto es: dar y recibir, y esto significa que quién hace un blog indefectiblemente se transforma en lector de blogs.
La diferencia con escribir un diario personal es que el blog permite interactuar con otras personas, a través de los comentarios o sugerencias que recibe. Los días en blanco sin que nada se publique es como si se desconectara el respirador artificial. Esto sin duda es una exageración y una apreciación personal. Los blogs tienen intereses diversos y cada uno los administra según sus necesidades y posibilidades.
Los avatares de la vida cotidiana (trabajo y obligaciones diversas) no dan tiempo para volcar en estas páginas cibernéticas todas las ideas que fluyen y que en determinados casos requieren un tiempo de elaboración.
Estos párrafos no son más que ese cordón umbilical metafórico que me mantiene en contacto con los eventuales visitante. Ya quisiera tener más tiempo para abordar temas que me interesan, como reza el encabezamiento: Literatura, Fotografía, Periodismo, más reseñas de libros, viajes, culturas, cine, música, deportes, y los etc., etc., que tanto pueden abarcar. Todo eso hubiera sido posible con la jubilación después de 52 años de aportes a las insaciables cajas recaudadoras, pero a este paso…(Aquí un recuerdo muy “especial” para un tal Domingo Cavallo, un genio para los desastres).
Que ningún otro de su calaña se cruce jamás en las vida de hijos y nietos.
Un apunte final: estoy asombrado por el éxito que está teniendo la encuesta sobre quién será el campeón de Fórmula Uno de este año. Si todavía no votaste, hazlo por favor que pretendo llegar a por lo menos 50 opiniones; no faltan muchas.
Buen día para todos. Carpe diem!
Entre los propósitos se puede decir que es una manera de expresarse, de salir un poco del ostracismo en el que se desarrolla nuestra existencia, y abrir nuevas ventanas al mundo que nos rodea. Esto es: dar y recibir, y esto significa que quién hace un blog indefectiblemente se transforma en lector de blogs.
La diferencia con escribir un diario personal es que el blog permite interactuar con otras personas, a través de los comentarios o sugerencias que recibe. Los días en blanco sin que nada se publique es como si se desconectara el respirador artificial. Esto sin duda es una exageración y una apreciación personal. Los blogs tienen intereses diversos y cada uno los administra según sus necesidades y posibilidades.
Los avatares de la vida cotidiana (trabajo y obligaciones diversas) no dan tiempo para volcar en estas páginas cibernéticas todas las ideas que fluyen y que en determinados casos requieren un tiempo de elaboración.
Estos párrafos no son más que ese cordón umbilical metafórico que me mantiene en contacto con los eventuales visitante. Ya quisiera tener más tiempo para abordar temas que me interesan, como reza el encabezamiento: Literatura, Fotografía, Periodismo, más reseñas de libros, viajes, culturas, cine, música, deportes, y los etc., etc., que tanto pueden abarcar. Todo eso hubiera sido posible con la jubilación después de 52 años de aportes a las insaciables cajas recaudadoras, pero a este paso…(Aquí un recuerdo muy “especial” para un tal Domingo Cavallo, un genio para los desastres).
Que ningún otro de su calaña se cruce jamás en las vida de hijos y nietos.
Un apunte final: estoy asombrado por el éxito que está teniendo la encuesta sobre quién será el campeón de Fórmula Uno de este año. Si todavía no votaste, hazlo por favor que pretendo llegar a por lo menos 50 opiniones; no faltan muchas.
Buen día para todos. Carpe diem!
J.T.
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