Se trata de La marca del meridiano, de Lorenzo Silva. Orlando dice lo que piensa sobre esta novela, igual que no hace mucho hizo también con El invierno del mundo, de Ken Follett. Además de criticar, mi amigo no escatima elogios para quien cree los merece, tal el caso de Dime quien soy, la novela de Julia Navarro, que no recibió ningún premio rimbombante para lo cual tiene méritos sobrados. Esa la leí y coincido totalmente en su valoración positiva.
En el caso de La marca del meridiano, confieso que yo también tenía mis recelos sobre esta novela. Había leído otras del mismo autor y con los mismos personajes, los policías Bevilacqua y Chamorro. Nunca sentí una predilección especial hacia ellos y tampoco confiaba en que ahora podría ser diferente. Así que La marca del meridiano fue descendiendo escalones en la lista de preferencias. Sería injusto pronunciarme sobre la novela porque no la he leído, pero confío en el juicio de Orlando L, a quien le agradezco sinceramente este aporte. Su iniciativa (enviar su nota/comentario) es digna de ser imitada.
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El siguiente es el texto de Orlando L.
Querido José
Como veo que seguimos siendo compañeros de lectura y, de alguna forma nuestros gustos literarios coinciden, me atrevo a enviarte este comentario:
¿Cuántos premios literarios se entregan cada año en España? Creo que demasiados. Son tantos que cada vez van quedando menos escritores a quienes se pueda entregar el galardón. No digo que muchos de ellos no se lo merezcan, pero es tal la abundancia que se corre el peligro de tomar en las manos una obra que en última instancia termina siendo una pérdida de tiempo.
Como ejemplo de esta generosidad cito el caso de la novela "Estaba en el aire", de Sergio Vila Sanjuan a la que le encajaron el Premio Nadal 2013 a la primera semana del año, lo que augura que habrá muchos galardones más en los próximos meses. No la he leido todavía y espero que me equivoque y que, en realidad, valga la pena.
Mi queja va dirigida contra el Premio Planeta 2012 otorgado a Lorenzo Silva por su novela La marca del meridiano. Es el relato de una investigación más del detective Bevilacqua sobre el asesinato de un colega manchado por la corrupción policial. En sus afanes por ciudades y pueblos de Cataluña, el agente desvela una madeja no solo de corrupción sino también del comercio de personas.
Después de casi 400 páginas de idas y venidas el detective terminó por dilucidar el misterio que no lo era tanto pues el lector más incauto podía advinar en qué desembocaría todo. Pero esto ocurrió no sin antes que Bevilacqua destilase sus ideas sobre la vida, el amor, la música y las relaciones humanas. Nada novedoso, ningún misterio real, ni siquiera la historia de amor del agente pareció atractiva.
Llegué hasta la página 398 a marchas forzadas, cansado de la misma cantinela y después de más de 10 veces de interrumpir la lectura para preguntarme si valía la pena seguir. (En toda novela policial el escritor debe agarrar la atención del lector desde la primera página y no soltarla hasta la última).
Y me quedé pensando si en todas las obras que se consideraron para la entrega del Premio Planeta no había nada mejor. Seguramente lo había porque La marca del meridiano está muy lejos de ser una novela policial realmente ejemplar.
Saludos
Orlando
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