8 de octubre de 2009

Momentos para volver a ver y escuchar


Hablar de Joan Manuel Serrat, por lo menos para mí, es hacerlo desde una admiración que pocos artistas me han generado.

En este blog se ha publicado una nota-recuerdo personal sobre este cantautor tan catalán y universal, un verdadero orgullo para mi generación pues tenemos casi la misma edad. (Ver la nota cliqueando aquí. )

A Serrat lo relaciono más con la melancolía, nostalgia y tristeza que con la alegría, aunque también ha incursionado en ese aspecto de la vida con muchos temas pegadizos no carentes de humor. Pero si tuviera que elegir tres palabras para definir la obra de Serrat como autor de letras y musicalizador, estas serían: amor, sufrimiento y libertad.

El recuerdo de hoy evoca un tema que reúne esas tres palabras. Forma parte del album dedicado a poemas de Miguel Hernández, que junto con el de Antonio Machado y Mediterráneo, es para mí lo mejor de su obra.

El tema es harto conocido, pero siempre que se lo escucha sacude las fibras íntimas y deja un halo de la tristeza mencionada más arriba. Para conjugar esto se han unido tres vertientes: el poema de Miguel Hernández escrito desde la prisión, la musicalización de Alberto Cortez y su difusión masiva gracias a la maravillosa interpretación de Serrat.

Por cierto, Serrat le puso música a todos los poemas de Hernández, con excepción de éste, y pone énfasis siempre en explicarlo y reconocerlo. Antes de comenzar puntualiza a su auditorio: “La música corresponde a mi amigo y compañero Alberto Córtez”. Un detalle más de su personalidad.

Si quieren ponerse un poco tristes vean y escuchen este video.
No todo en la vida es risa y alegrías.


El video corresponde a una presentación en Buenos Aires.







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4 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que no existen las palabras para explicar todo lo que significa Serrat tanto como persona como artista. Un fuera de serie... un elegido...
Grande nano!!

jose trepat dijo...

Gracias Marta, coincidimos.
Gracias Anónimo por el comentario. También coincidimos.

flaco dijo...

A José:Voy a ser reiterativo con el comentario, el mismo lo hice el 28/08/09 en la nota respecto al genio de Serrat:"...Pero del que quedé muy impactado fué de Miguel HERNANDEZ que apenas sabía leer tuvo que dejar el colegio para cuidar ovejas, sin embargo fué un autodidacta ya que leia los clásicos y modernos por su aficción a la lectura. Así y todo nunca dió un paso atrás, en sus convicciones políticas (que estúpida es la guerra y más entre hermanos)llegó a ser comisario de Cultura en la causa republicana.Es impactante NANAS DE LA CEBOLLA, (dedicadas a su hijo, a raíz de recibir una carta de su mujer, en la que le decía que no comía más que pan y cebolla y de esa leche amamantaba )Al igual que LORCA(su poeta preferido) transitó el sendero trágico que recorrieron los mejores poetas españoles durante la guerra:unos el exilio, otros la cárcel y otros la muerte. Por eso en una triste madrugada de 1942 en una prisión de Alicante, cuando solo tenía 32 años y su canto seguía libre, atravesando las rejas, para dar al mundo toda su potencia, fuerza y luz, murió de tuberculosis. Dicen.... que nadie pudo cerrar sus ojos desmesuradamente abiertos, prendidos a la vida que tanto amó.
Por esto y por mucho más es el afecto que me une a SERRAT, que no tiene nacionalidad sino universalidad. Gracias José por la nota..." Amén.

jose trepat dijo...

A flaco. Te agradezco mucho que hayas dedicado tiempo e interés para complementar con datos sobre Miguel Hernandez, la entrada que quiso ser sólo un homenaje a un tema en el que el poema, la musica y la interpretación se unen para crear una de esas joyas que se encuentran de tanto en tanto. Admito que conocí más a fondo a Hernandez y a Machado gracias a Serrat y eso es de agradecer. Abzs.