Qué bien viene una ducha fría!

Esto se escribe mientras terminaba el partido España-Suiza.

Que refrescante baño de agua helada para enfriar algunas mentes demasiado calenturientas. Es lo de siempre: el patrioterismo se impone sobre la objetividad que posibilita un trabajo profesional, que para eso les pagan, quiero suponer.

Los jugadores son como son, los hay buenos y malos, pero en definitiva son los que deciden los partidos. Este comentario de ninguna manera va contra ellos, ni mucho menos contra el entrenador Vicente del Bosque, un ejemplo de humildad y buen criterio. “No hay que infravalorar al rival” se hartó de decir en los días previos a este partido.

Pero fuera del campo se juega un partido aparte y está a cargo de los llamados periodistas deportivos, que con honrosas excepciones, son lamentables. En los últimos días me harté de triunfalismo barato, propio de energúmenos que, con un micrófono en la mano, escupen un tendal de palabras que después se tienen que tragar. Que distintos son de jugadores y técnicos que muchas veces son los encargados de poner las cosas en su sitio.

No se como habrán sido las transmisiones televisivas de otros países –aunque no creo que difieran mucho, por eso del triunfalismo (tengo la experiencia argentina)- pero la soberbia de los comentaristas del canal español que ofreció el partido contra Suiza da vergüenza ajena, y eso que este fue solo el primer partido.

España empezó el partido jugando exactamente como lo hace el Barcelona, pero con una diferencia: el Barça tiene a Messi.

Luego se perdió la línea, vienen los nervios y todos a la carga! como puede ser natural.

“Esto nos obliga a ganar los próximos dos partidos. Vamos a ganarlos y punto!”

Ya está. Lo dijo el señor periodista deportivo; los españoles pueden respirar tranquilos. Pero hay que recordar que también había dicho que a Suiza se le ganaba fácil. Ahora, la “víctima” de la “furia” española será la modesta selección de Honduras, que imaginemos no habrá viajado a Sudáfrica con la pretensión de ganarle nada menos que a España, la candidata número uno para gran parte de la prensa deportiva de este país.

Después de haber visto a los equipos considerados más poderosos, queda esta impresión, totalmente objetiva:

Argentina: el candidato POTENCIALMENTE más peligroso, pero por lo visto depende mucho de lo que haga Lionel Messi, el mejor jugador hasta ahora. El portero Sergio Romero dio también una imagen de notable seguridad.

Alemania: Gran candidato también. Es sólido defensivamente y ataca en bloque con jugadores fuertes y efectivos.

Brasil: Seguramente jugará de menor a mayor y llegará a la final.

Inglaterra: Menos posibilidades que los otros tres.

España: la gran decepción, pero merece otra oportunidad y la tendrá.

Italia y Holanda: No hay que descartarlos.

Los demás: agradable gira turística a Sudáfrica

Pero el fútbol está lleno de sorpresas. Por eso no cansa nunca.

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