8 de julio de 2010

El Arbolito. Una historia personal

(Esencialmente para argentinos)

Recuerdan los argentinos del neolítico que allá por la décadas del 60 o 70 había en televisión un programa de humor, uno de cuyos segmentos se titulaba "El Arbolito"?

El sketch narraba las viscisitudes del actor Joe Rígoli por alcanzar la concreción de un trámite pero nunca lo lograba porque siempre le faltaba algún documento o alguna firma, y eso se repetía semana tras semana. Los espectadores nos regocijábamos con sus desventuras kafkianas.

El protagonista de esta historia se enfrenta no solo a un arbolito, sino a un bosque, una selva chaqueña y hasta a un Amazonas burocrático. Tal es así que esta narración también podría titularse: COMO ALCANZAR LA JUBILACION Y NO MORIR EN EL INTENTO.

¿Por qué ha decidido volcar en un blog su drama personal? Simplemente porque está harto de tantas dilaciones, los plazos se acortan y ha comenzado ya el tiempo de descuento. No sabe cuánto más adicionará el ARBITRO, pero ha comenzado su apuesta a TODO o NADA. Piensa con no poco fundamento: "Si alguien resulta siempre afortunado con el Euromillones, por qué no es posible que algún funcionario de ANSES, en Argentina, vea esta nota y resuelva favorablemente mi situación?".

Después de todo no hace más que reclamar lo que le pertenece; para eso fue un asalariado durante toda su vida laboral, cotizando religiosamente durante 36 años a la Seguridad Social argentina y seis años a la Seguridad Social española: 42 años de aportes, siete más de lo exigido por ley.

La edad biológica (70) le impide seguir trabajando, pero otro tipo de edades, la moral y la que pasa por su cerebro aun pensante, hacen que rechace esa posibilidad en caso de que pudiera darse. Es decir que algo en su interior se rebela ante lo que considera una injusticia: siente que tiene derecho a una vejez digna sin tener que recurrir a ayudas externas.

¿Qué es lo que pasa al protagonista?

El cuadro de situación. En Argentina se exige una determinada cantidad de años de trabajo para acceder a la jubilación. El protagonista cumplió con ese requisito.
En España ocurre algo similiar pero los trámites son más ágiles. Cuando el trabajador cumple con la cantidad mínima de años cotizables, puede pedir la jubilación y en un lapso de aproximadamente una semana los haberes jubilatorios comienzan a ser depositados en la cuenta bancaria que todo trabajador debe tener.

Un inmigrante en España debe trabajar 15 años en el país para tener derecho a la jubilación mínima -que no es mucho- sin más trámites.

El protagonista tiene cotizados seis años de trabajo en la Seguridad Social española, o sea que le faltan nueve para la mínima, y para cobrar la parte proporcional de esos seis años, se requiere que la ANSES informe oficialmente a su par española -directamente de organismo a organismo- la cantidad de años aportados en Argentina.
El protagonista inició los trámites hace CINCO AÑOS y esa respuesta de ANSES todavía no llega, o sea que no se cumple el convenio existente entre los dos países.

El calvario administrativo

Al iniciar el trámite en la Seguridad Social española, el protagonista no pudo ocultar un rictus de extrañeza cuando el funcionario le advirtió que debía armarse de paciencia porque ese trámite con Argentina podía demorar mucho tiempo.

-¿Cuánto tiempo, un mes, dos meses?

-Años, respondió el funcionario.

-¿Y eso, por qué?

-No se sabe, depende de la burocracia administrativa en Argentina. Ocurre lo mismo con todos los que esperan esta información oficial.

El protagonista no creyó todo lo que le habían dicho, pero el tiempo fue pasando y la respuesta no llegaba. Las visitas periódicas a la Seguridad Social en busca de información tenían siempre la misma respuesta: "Todavía nada"

Así han pasado más de CINCO AÑOS sin que pudiese averiguar a qué se debe, cual es la razón.

El protagonista hará todas las gestiones que estén a su alcance y esta nota es una de ellas, por la utópica presunción de que algún responsable pudiera tomar cartas en el asunto, aunque sea nomás con carácter informativo.

Si alguien puede ayudarle a desbrozar la maleza burocrático-administrativa, puede requerirle al protagonista cualquier información adicional. Para ello bastará con envirle un correo electrónico al responsable de este blog josetrepat@yahoo.com, que con toda seguridad se lo hará llegar.
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