Género: Novela, Ciencia ficción, Apocalíptica
Páginas: 224
Título original: The Road
Año de publicación: 2006 *
Excelente
Si se desea comentar un libro desde el punto de vista de un simple lector, como es este el caso, antes de hacerlo NO DEBE LEERSE ninguna opinión sobre el mismo, porque eso podría influir en su apreciación. Eso es lo que he hecho y aquí va la sensación que me ha dejado La carretera, de Cormac Mccarthy, obra por la que obtuvo el prestigioso Premio Pulitzer en 2007.
Una primera observación. Si el lector potencial se siente deprimido y está buscando un libro que le levante el espíritu, seguramente éste no será le mejor elección.
Mccarthy presenta a sólo dos personajes, un padre y su hijo a quienes no identifica por su nombres, como si en ese anonimato pretendiera agrupar a todos los seres humanos sobrevivientes de uno de esos cataclismos apocalípticos que la literatura o el cine nos asesta de tanto en tanto.
La Tierra ha quedado arrasada por algún hecho que el autor tampoco revela (podría ser una explosión nuclear, el choque de un meteorito como el que acabó con la vida en el planeta hace millones de años, o cualquier otra cosa que ronde por la imaginación del lector.
El final también queda abierto aunque deja un resquicio para la esperanza. Mccarthy no va más allá. Que cada cual piense lo que quiera. Esas dos incertidumbres, el origen desconocido de la tragedia y el desconocimiento de cual será el final, parece ser la herramienta de la que Mccarthy se vale para atrapar al lector a lo largo de unas 200 páginas que describen la terrible devastación que padre e hijo observan en su penosa marcha por una carretera que habría de llevarlos hacia el sur, escapando a un frío que amenaza con envolver a todo el globo.
El padre abriga temor y desconfianza hacia sus semejantes, y el hijo mantiene una dosis de candidez con preguntas lógicas pero a veces de difícil respuesta. La ausencia de animales, pájaros y otras especies, una capa de ceniza que lo cubre todo y el hambre y el frío siempre presentes, ponen un marco lúgubre a esta historia simple, pero a la vez profunda, que invita a pensar en la irracionalidad de los seres humanos que pudieron haber causado –o no- la destrucción casi total de su planeta.
La escritura es simple y directa. Cormac Mccarthy presenta así su obra, y el lector tendrá que interpretarla.
Ese comentario ha sido escrito de corrido con el texto de La carretera aún fresco en la mente. Ahora voy a buscar comentarios, por curiosidad y a título informativo.
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