24 de febrero de 2012

CINE - Pánico en la escena (1950)

Requisitos para ocupar este espacio: que la película sea en blanco y negro y que tenga por lo menos 50 años

Género:  Suspenso
Año:       1950
Duración: 130 minutos

Basada en la novela de Selwyn Jepson

Sinopsis contenida en el DVD
Eve Gill (Jane Wyman) es una joven etudiante de teatro que quiere ayudar a Jonathan Cooper (Richard Todd), su enamorado, a quien cree injustamente acusado del asesinato del marido de Charlotte Inwood (Marlene Dietrich), una veterana diva del espectáculo, que es la amante del muchacho. Así pues, emprende una investigación con el único recurso que tiene: la interpretación. Para averiguar la verdad se hace pasar por la doncella de la actriz. Durante el proceso de investigación conoce a un joven policía de quien se enamora y al que ayuda activamente a descubrir la verdad.


No recordaba haber visto esta película, que es de suspenso, pero no mucho...Una trama simple y sin complicaciones para el maestro del género, Alfred Hitchcock, que supo entregarnos realizaciones de gran nivel a lo largo de su exitosa trayectoria.

Aparentemente, Hitchcock fue mejorando con los años, ya que Psicosis, Vértigo, La llamada fatal, y tantas otras, fueron posteriores a esta película de 1950 que entretiene pero no deslumbra, ni mucho menos. En su parte final se desvela el misterio sobre el crimen que ocurre al comienzo y alrededor del cual se mueve un grupo de actores que aportan corrección y poco más. Tal vez con eso era suficiente.

Jane Wyman, Richard Todd y Marlene Dietrich, no son santos de mi devoción, así que el máximo interés estaba en lo que Hitchcock podía hacer con ellos. Un director necesita un buen argumento, y a partir de allí, extraer lo mejor de sus dirigidos. Pero aquí había mucho de previsible y el desenlace no mantiene a los espectadores "al borde del asiento", como reza la publicidad de la película. Está también Michael Wilding, un acartonado actor inglés, más conocido por haber sido uno de los maridos de Elizabeth Taylor.

Como en toda producción de Hitchcock, hay toques de humor, ironía y sutilezas, excelente puesta en escena y diálogos fluídos, pero también algunas escenas un tanto ingenuas y poco creíbles. Se puede pasar un rato entretenido, pero quién no vea esta película rodada íntegramente en Londres  no se habrá perdido mucho.

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