7 de octubre de 2014

1000

Un blog sin visitantes no tiene mucho sentido, sería como un diario personal del que nadie se entera salvo el que lo hace. Después de acuñar esta perogrullada, digamos que afortunadamente hay varias maneras de conocer la repercusión que puedan tener las páginas de esta herramienta de comunicación.

Una sería a través de comentarios de los visitantes, otra mediante el uso de contadores que se ponen a disposición de los blogueros, y una tercera, tal vez la más fiable, es la estadística interna de Google a la que únicamente tiene acceso el administrador de un blog determinado.

Esta última medición, que permite saber la cantidad de clicks que recibe cada entrada, cuántas visitas hay en el día, la semana, el mes y desde el nacimiento del blog, es la que alienta o deprime. En mi caso el resultado es ampliamente satisfactorio, y si algún visitante ha llegado a leer hasta aquí quiero hacerle llegar mi agradecimiento, ya que el promedio de visitas diarias es una cifra de tres dígitos que puede ir desde 000 hasta 999 (un poco de misterio es siempre atractivo).

Gracias nuevamente por este cuadro de situación al llegar a las 1000 entradas, algo que cuesta más hacerlo que decirlo.
*

No hay comentarios: