24 de febrero de 2015

Series - Borgen



¡RECOMENDABLE!

Qué gratificante ver que la máxima autoridad política de un país -en este caso la primera ministra de Dinamarca- puede gobernar con honestidad y transparencia; le basta con su honradez y principios morales. Como complemento, vive exclusivamente de su sueldo. Parecía que en los tiempos modernos eso era imposible, pero teniendo en cuenta cual es el país en que se desarrolla la magnífica serie Borgen, no solo es posible sino también creíble.

Ví hasta el momento la primera de las tres temporadas de Borgen. Si las dos restantes mantienen esta línea, seguramente podré decir que es una de las mejores series que tuve la suerte de descubrir. Con inteligencia, sobriedad, muy buenas actuaciones y una temática actual y universal, cada capítulo justifica la permanencia de casi una hora frente a la pantalla.

Esta debería ser una "serie de cabecera" para muchos líderes políticos.

Borgen, nombre con el que se conoce el castillo de Christiansborg, donde se asientan los tres poderes del estado danés, narra el ascenso al cargo de jefa de gobierno de una mujer dedicada a la política, con el apoyo de una coalición. Birgitte Nyborg, tal es el nombre de la primera ministra, llega al poder mediante una maniobra poco clara, pero a partir del momento en que asume la jefatura de gobierno su comportamiento es intachable, digno de ser imitado. Sí, esto es ficción política, y no todo lo que ocurre entre bambalinas es limpio y puro, pero lo interesante es ver como Birgitte Nyborg enfrenta los problemas con las armas de sus convicciones, honradez y dedicación.

Agobiada por sus obligaciones oficiales ve como va deteriorándose su vida conyugal. Su marido, un profesor de economía, comparte las tareas del hogar y el cuidado de dos hijos adolescentes, pero a medida que pasan los días siente que la relación con su esposa primera ministra se desgasta a pesar de los esfuerzos de Birgitte por compaginar la vida de familia con su importante cargo. Al final de la primera temporada la situación hace crisis cuando el marido pide el divorcio. Veremos como sigue.

Aunque sea una sociedad como la danesa, no todo es color de rosa. La política tiene los ingredientes conocidos: presión de los opositores políticos, relaciones con los medios, diferencias dentro de su propio gabinete. Todo esto es "normal" pero lo que brilla por su ausencia es la palabra "corrupción", algo ya común en tantos países.

Borgen es una serie adulta, sin golpes de efecto. Es imposible para el espectador (opinión personal) no identificarse con la protagonista, y la sensación de veracidad es total. Una gran producción danesa, para ver más de una vez.
-JT

NOTA AL PIE: Han transcurrido algunos días y ya voy por los últimos capítulos de la tercera temporada. Me reafirmo en lo dicho en el primer párrafo: una serie excelente que ha ido a mejor. En cuanto termine será difícil volver a los productos habituales, aunque siempre hay excepciones.

En el centro, la excelente actriz Sidse Babett Knudsen, en su papel de primera ministra de Dinamarca.

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