24 de octubre de 2015

Canadá (Richard Ford)

- Libro nro. 357 leído en este blog -


Género:  Novela, narrativa 
Año:          2012
Páginas:  510
Título originalCanadá 
Traducción:   Jesús Zulaika
Editorial: Anagrama

Valoración:   Excelente      Muy bueno     Bueno      Aceptable       Malo

RECOMENDABLE

(La valoración siempre es en función del interés que me despierta la lectura de un libro; no es una calificación literaria)
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En algún momento se me dio por clasificar a los libros en cuatro grupos (A,B,C,D) según un criterio absolutamente personal y a modo de divertimento (la nota puede verse pinchando aquí).  De acuerdo con esas pautas, Canadá está en el grupo B.  Su lectura va más allá del simple entretenimiento.
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Sinopsis
Dell Parsons tiene quince años cuando sucede algo que marcará para siempre su vida: sus padres roban un banco y son detenidos: "Primero contaré lo del atraco que cometieron nuestros padres. Y luego lo de los asesinatos, que vinieron después." Su mundo y el de su hermana gemela Berner se desmorona en ese momento. Siempre habrá un antes y un después de este acontecimiento. Nada volverá a ser lo mismo, porque se ha traspasado un límite y no hay vuelta atrás. 
Con los padres en la cárcel, Berner, llena de resentimiento, decide huir de la casa familiar en Montana. A Dell, un amigo de la familia le ayudará a cruzar la frontera canadiense con la esperanza de que allí pueda tener una segunda oportunidad y reiniciar su vida en mejores condiciones. En Canadá se hará cargo de él Arthur  Remlinger, un americano enigmático y carismático cuya frialdad oculta un carácter sombrío y violento. Y en ese nuevo entorno de prados y cielos  que se pierden en el horizonte, Dell reconducirá su vida y se enfrentará al mundo de los adultos, aunque para ello deba encararse a Remlinger. 
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Así comienza
    Primero contaré lo del atraco que cometieron nuestros padres. Y luego lo de los asesinatos, que vinieron después. El atraco es la parte más importante, ya que nos puso a mi hermana y a mí en las sendas que acabarían tomando nuestras vidas. Nada tendría sentido si no se contase esto antes que nada. 
   Nuestros padres eran las personas de las que menos se podría pensar que atracarían un banco. No eran gente rara, ni evidentemente criminales. A nadie se le hubiera ocurrido pensar que estaban destinados a acabar como acabaron. Eran personas normales -aunque, claro está, tal afirmación queda invalidada desde el momento mismo en que atracaron el banco. 
   ...
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El autor 
(16 de febrero de 1944, Jackson, Misisipi, Estados Unidos)






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