jose trepat
(Escrito en “argentino”, la única forma posible para esta nota en especial)
¡Cachen Dié! Casi se me pasa troesma! Menos mal que en una pausa de mis quehaceres diarios, un programa de televisión dedicado a Argentina me avivó de que se cumple un nuevo aniversario de tu encuentro con el barba. Fue en el 35 pero no importan los años porque siempre es lo mismo; el sentimiento no cambia.
Soy jovato pero no tanto, o sea que te conocí a través de la radio que pasaban esos discos de 78, con los surcos rayados de tantas púas, y después por las películas en las que, como actor, eras de cartón pero cuando empezabas a cantar tu voz y gracejo en el decir llegaba a lo más hondo de los sentimientos. No sé si vos mismo le ponías música a las letras de Le Pera, o de dónde corno salieron esas melodías, pero en conjunto era algo único.
Unico fuiste también cuando cambiabas la N por la R y cuando reflejabas el modo de ser de los argentinos y de los porteños en especial, con ese dejo de melancolía y nostalgia, a las que la gente de tu Buenos Aires querido era y sigue siendo tan afecta.
¡Cachen Dié! Casi se me pasa troesma! Menos mal que en una pausa de mis quehaceres diarios, un programa de televisión dedicado a Argentina me avivó de que se cumple un nuevo aniversario de tu encuentro con el barba. Fue en el 35 pero no importan los años porque siempre es lo mismo; el sentimiento no cambia.
Soy jovato pero no tanto, o sea que te conocí a través de la radio que pasaban esos discos de 78, con los surcos rayados de tantas púas, y después por las películas en las que, como actor, eras de cartón pero cuando empezabas a cantar tu voz y gracejo en el decir llegaba a lo más hondo de los sentimientos. No sé si vos mismo le ponías música a las letras de Le Pera, o de dónde corno salieron esas melodías, pero en conjunto era algo único.
Unico fuiste también cuando cambiabas la N por la R y cuando reflejabas el modo de ser de los argentinos y de los porteños en especial, con ese dejo de melancolía y nostalgia, a las que la gente de tu Buenos Aires querido era y sigue siendo tan afecta.
Qué difícil es para el argentino el desarraigo, cómo les cuesta adaptarse a otras culturas, y de eso tenés en parte “culpa” Carlitos porque calaste muy hondo en el alma de tus compatriotas de adopción y de otros que llegaban desde otras latitudes. De esto doy fé, pues lo viví en carne propia.
Mi viejo, un inmigrante que como tantos otros miles –mayormente procedentes de España e Italia- habían dejado todo atrás para encontrar una nueva vida en Argentina, te escuchaba con los ojos húmedos cada vez que la radio dejaba escuchar tu nunca superado Volver, todo un himno dedicado a todos aquellos que soñaban con el terruño lejano. En la versión fílmica, cuando apoyado en la baranda de un barco, empezabas con “yo adivino el parpadeo de las luces que a lo lejos van marcando tu retorno….”, eso, eso fue la apoteosis.
Andá a saber que pasaba por la mente de esa gente pobre y derrotada, pero sea como fuere, ese sentimiento me fue transmitido y, te juro Carlitos, que cada vez que escucho Volver, se me hace un nudo en la garganta. Eso no me ocurre cuando la cantan otros intérpretes; de ahí lo de “único”.
En mi época de periodista, un viaje me llevó a Medellín, y que fue lo primero que hicimos? claro! visitar el lugar fatídico, dónde entraste en la leyenda.
Mi viejo, un inmigrante que como tantos otros miles –mayormente procedentes de España e Italia- habían dejado todo atrás para encontrar una nueva vida en Argentina, te escuchaba con los ojos húmedos cada vez que la radio dejaba escuchar tu nunca superado Volver, todo un himno dedicado a todos aquellos que soñaban con el terruño lejano. En la versión fílmica, cuando apoyado en la baranda de un barco, empezabas con “yo adivino el parpadeo de las luces que a lo lejos van marcando tu retorno….”, eso, eso fue la apoteosis.
Andá a saber que pasaba por la mente de esa gente pobre y derrotada, pero sea como fuere, ese sentimiento me fue transmitido y, te juro Carlitos, que cada vez que escucho Volver, se me hace un nudo en la garganta. Eso no me ocurre cuando la cantan otros intérpretes; de ahí lo de “único”.
En mi época de periodista, un viaje me llevó a Medellín, y que fue lo primero que hicimos? claro! visitar el lugar fatídico, dónde entraste en la leyenda.
Lo mismo que con Volver ocurre con El día que me quieras. No hay nada hacer querido Zorzal. Cada uno nace predestinado para algo. Algunos –millones- pasamos desapercibidos, pero otros, como en tu caso vienen para dejarnos algo, o mucho. Tu prematura muerte ayudó, que duda cabe, a crear el mito en que te convertiste, pero eso forma parte de la hoja de ruta que es la vida de cada uno.
Roberto Carlos, Plácido Domingo (nada menos), y otros GRANDES de la música, tienen su versión digna y decorosa de tus temas, pero como dijiste en alguna oportunidad: “para cantar el tango no basta con una voz melodiosa, hay que sentirlo”.
Cuesta abajo, Leguisamo sólo y tantos otros temas ... nadie te pudo pisar el poncho.
Tuviste imitadores, como el honesto Horacio Duval, hoy poco recordado pero que –como me dijo personalmente en una cantina de La Boca- su deseo era imitarte lo mejor posible, con respeto y dignidad, pero sólo por la admiración que te tenía.
Vinieron otros cantores de tango, todos con su estilo propio y muchos muy buenos, pero que querés que te diga maestro. Lo único que se me ocurre es lo que vengo repitiendo todos los años desde hace ya más de 50: “Cada día cantás mejor”
Tuviste imitadores, como el honesto Horacio Duval, hoy poco recordado pero que –como me dijo personalmente en una cantina de La Boca- su deseo era imitarte lo mejor posible, con respeto y dignidad, pero sólo por la admiración que te tenía.
Vinieron otros cantores de tango, todos con su estilo propio y muchos muy buenos, pero que querés que te diga maestro. Lo único que se me ocurre es lo que vengo repitiendo todos los años desde hace ya más de 50: “Cada día cantás mejor”
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2 comentarios:
A José:La nota es elipticamente un homenaje a tus padres, y es verdad que el desarraigo es la peor pene que se le puede dar a una persona. (En la edad media les daban a elegir entre la muerte ó el destierro). La única critica es que se te escapó en la nota una palabra que ningún compadrito la tenía en su vocabulario "lunfa" y es :GRACEJO. Todo lo demás 10 puntos.Amén
Muy atinada tu observación flaco, no se te escapa nada...que peligro !!!
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