Año: 1937
Páginas: 269
Título original: West of the Pecos
Traducción: María Teresa Segur
Elegida por: Autor - Género/Tema - Recomendación - Críticas - Sorteo
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De tanto en tanto me resulta apetecible darme un baño de nostalgia y volver a aquellas novelitas del oeste que en mi juventud devoraba como pan recién salido del horno. La mayoría eran aquellas conocidas como bolsilibros o novelistas de kiosko, escritas por autores españoles que utilizaban seudónimos muy norteamericanos para darles una capa de verosimilitud.
Muchos creíamos que eran realmente novelistas estadounidenses. Seguramente no estaba bien que por ejemplo un tal Fidel Prado (éste no se cambió el nombre) se lanzara a escribir con tanta facilidad libritos sobre vaqueros e indios que se movían a sus anchas en praderas, desfiladeros y pueblitos tan propios del país del norte perdidos en "el salvaje oeste". Muchos escritores españoles ("Silver Kane", "Ralf Sheridan", "Donald Curtis", etc) subsistían así en los difíciles tiempos que siguieron a la Guerra Civil española.
Pero también había autores norteamericanos que escribían novelas del oeste, aunque con un nivel un poco más elevado, como Louis L'Amour y el prolífico Zane Grey. A este último pertenece Al oeste del Pecos. En esencia, eran lo mismo que los bolsilibros de Silver Kane (seudónimo de Francisco González Ledesma), pero un poco más elaborados. También eran algo más caros que las novelitas de kiosko y por eso no llegaban tanto al gran público, ávido de entretenimiento por un precio módico, apenas unas monedas.
Al oeste del Pecos sigue la línea tradicional: el clásico vaquero joven, bien parecido, rápido con el revolver y hábil para cualquier tarea, se une, después de algunas aventuras, con un "muchacho" (el lector sabe desde el comienzo que en realidad se trata de una mujer disfrazada de hombre) y ambos deben enfrentrar a cuatreros y bandidos de toda calaña para lograr establecerse en un rancho y dedicarse a la cría de ganado
En la mitad de la novela aparece un personaje que según me enteré después, existió realmente, el juez Roy Bean. Esto le agrega un nuevo interés al argumento que, como es de esperar, se basa en la descripción de escenarios, enfrentamientos con indios y malhechores, sin que falte la dosis de romance.
Me enteré también de que esta novela, como muchas otras de Zane Grey, fue llevada al cine, o sea, que no pasó desapercibida para los que cultivan este género.
En fin, entretenimiento simple, no se pretende más. Lo negativo: una traducción que deja mucho que desear.
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Cuando su esposa comunicó a Templeton Lambeth que, contando con la benevolencia de Dios, podrían esperar en el momento debido la llegada del heredero que tanto habían anhelado, el hombre se asió a esta esperanza con la alegría del ser cuya fortuna le fuese adversa y que creyese que la llegada de un hijo podría revivir su antiguo sueño de vivir una vida nueva y llena de aventuras en el bravío Texas, al oeste del río Pecos.
Aquel mismo día decidió llamar a su hijo Terrill Lambeth, que era el nombre de un hermano suyo a quien quería mucho. Su padre había legado a cada uno de los hermanos una plantación. Una de ellas estaba situada en Louisiana; la otra, en la zona occidental de Texas. Terrill había progresado a fuerza de talento y habilidad donde Templeton había fracasado. Llegó el hijo. Y no fue un niño, sino una niña. Este desencanto fue el segundo de la vida de Templeton, y el más grande. Lambeth jamás pudo resignarse a lo que calificó de despreciable jugarreta del destino.
Decidió considerar a la niña como si fuese un niño, y educarla de acuerdo con esta decisión. En consecuencia, no cambió el nombre de Terrill, que había acordado imponerle. Y aun cuando no podía menos de querer a Terrill, como hija que era, se regocijó al ver que la muchacha abrigaba una decidida preferencia por los trabajos más duros y los juegos más varoniles. Y de estas circunstancias extrajo el mejor partido posible.
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El autor
Su nombre auténtico era Pearl Zane Gray. Más adelante prescindiría de su primer nombre, y su familia cambiaría el apellido de "Gray" a "Grey". Se educó en su localidad natal, Zanesville, que había sido fundada por un antepasado materno suyo, el coronel Ebenezer Zane. Desde su infancia se interesó por el béisbol, la pesca y la escritura. Estudió en la Universidad de Pensilvania, gracias a una beca de béisbol. Se graduó en odontología en 1896.
Publicó su primer relato en 1902. En 1905 contrajo matrimonio con "Dolly", y la joven pareja estableció su residencia en una granja de Lackawaxen. En tanto que su esposa permanecía en el hogar, encargándose de la carrera literaria del autor y educando a sus hijos, Grey pasaba a menudo largas temporadas fuera de casa, pescando, escribiendo y pasando el tiempo con numerosas amantes. Aunque "Dolly" supo de sus aventuras, prefirió soportar las continuas infidelidades de su marido.
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1 comentario:
Hola ! Recomiendo una novela trepidante del Oeste: ” TIEMPOS PERDIDOS “. Si os gustan las típicas novelas de pocas páginas ” pulp “, este libro os convencerá. Podéis leer la sinopsis y el primer capítulo en: http://bubok.es/libros/228290/TIEMPOS-PERDIDOS
Gracias y saludos.
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