23 de julio de 2014

La Historia y el Arte (siete entradas)

La Historia y el Arte o el Arte y la Historia. No sé cual debería ser el orden correcto, aunque da igual. Los dos se amalgaman perfectamente para ilustrar un acontecimiento. En esta serie de notas se intenta aunar esas dos vertientes del conocimiento humano, pero no se trata de copiar literalmente páginas de alguna enciclopedia sino que esa información será utilizada para elaborar las notas que tendrán un denominador común: todas las obras de arte (pinturas, monumentos, etc.,) que se muestren aquí las he visto personalmente y, una más que la otra, me han provocado admiración.

La siguiente es una síntesis de las siete entradas publicadas hasta la fecha

Los fusilamientos del 3 de mayo de 1808 - (Francisco de Goya)

Los entendidos dicen que Goya prescinde de los elementos del neoclasicismo imperante para representar la gesta. Coloca únicamente en el cuadro a los ejecutados y a sus poco visibles captores. Se categoriza dentro de la pintura histórica, que tenía algunos antecedentes en el arte español e italiano, pero ninguno tan realista como el de Goya.   (Ver nota completa)

La coronación de Napoleón (Jacques-Louis David)


Estamos en el 2 de diciembre de 1804, 15 años después del estallido de la Revolución Francesa de 1789. En la catedral de Notre-Dame de París tiene lugar un acontecimiento histórico. Napoleón Bonaparte es consagrado emperador por la gracia de Dios, pero se corona por mano propia, simbolizando con ese gesto que lo hace por la voluntad del pueblo.  (Ver nota completa)


La libertad guiando al pueblo (Eugène Delacroix)

Esta monumental obra, que por mérito propio se ha convertido en uno de los símbolos universales de la libertad, se inspiró en el levantamiento del pueblo francés, que tuvo lugar los días 27, 28 y 29 de julio de 1830. Contemplarla en el Louvre, deja un recuerdo imborrable, tanto sea por valorar la pintura en sí misma, como por lo que representa. Es imposible que el visitante no sienta el deseo de interiorizarse sobre la obra y su autor, otro francés para admirar: Eugene Delacroix, quién, sobre su creación, manifestó: “si no he luchado por la patria, al menos pintaré para ella”. (Ver nota completa)

La lección de anatomía del Dr. Nicolaes Tulp (Rembrandt)

Es el primer retrato de grupo pintado por Rembrandt, que tenía entonces 26 años, y lo hizo por encargo del poderoso gremio de los cirujanos, de los cuales Tulp, famoso médico de Ámsterdam, era un representante eminente. El doctor Nicolaes Tulp está representado explicando la musculatura del brazo a profesionales de la medicina. El cadáver es de un criminal de 41 años, ahorcado ese mismo día por robo a mano armada. Algunos de los espectadores son varios patrones que pagaban comisiones por ser incluidos en la pintura.  (Ver nota completa)

Las Meninas o La familia de Felipe IV (Diego Velázquez)

Las Meninas, como se conoce el cuadro desde el siglo XIX, o La familia de Felipe IV, se considera la obra maestra del pintor del siglo de oro español Diego Velázquez. Acabado en 1656, fecha unánimemente aceptada por la crítica, corresponde al último período estilístico del artista, el de plena madurez. No alcanzó auténtica reputación internacional hasta 1819, cuando tras la apertura del Museo del Prado pudo ser copiado y contemplado por un público más amplio.  (Ver nota completa)

El desembarco de María de Médici en el puerto de Marsella (Peter Paul Rubens)

Según los textos consultados para la elaboración de estas notas, éste es uno de los más bellos cuadros de entre los veintinuno encargados por la reina madre francesa para prestigio propio y legitimación de su posición política. El programa de toda la serie fue ideado por el abad de Saint-Ambroise, pero igualmentecontribuyeron con sus propuestas la reina, el cardenal Richelieu y el propio pintor. (Ver nota completa)






La Academia de Atenas (Rafael Sanzio)

En la búsqueda de datos para complementar la imagen de esta entrada, leemos que para unos “La Escuela de Atenas es una de las obras más grandiosas de la pintura renacentista”, y para otros “La pintura de Rafael alcanza un grado sublime en esta obra, posiblemente la más famosa de su producción”.
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