9 de octubre de 2014

Ya no van quedando excusas

"Se me cansa la vista....
"No puedo 'perder' dos horas sin hacer otra cosa...
"Leer en el autobús me marea...
"Los libros grandes son incómodos para llevar de un lado a otro..."

¿Qué más....?  Seguramente hay otras excusas para los remisos a dedicar algunas horas de sus vidas a la lectura. Todos esos argumentos son válidos, como también lo sería la rotunda frase "no leo porque no me da la gana!". Aceptando esto último como fin de la discusión, aquí se habría acabado todo, pero... hagamos otro intento.

Todos conocemos la existencia de los llamados audiolibros que se "leen" escuchándolos en un pequeño y barato reproductor de MP3. Si el fuego por la lectura no se ha extinguido totalmente y aún queda algún rescoldo, con este sistema las cuatro excusas del comienzo no tendrían razón de existir.

Después de esta introducción, lo que quiero comentar hoy es un hallazgo que hice mientras consultaba la página web de la Biblioteca Pública de Mataró, en la que estoy registrado como usuario. "Usted es usuario, no socio", me corrigió hace tiempo una empleada de la biblioteca "porque no paga absolutamente nada para hacer uso".

Como decía, en la página de Internet vi a la pasada la palabra Audiolibros, que resultó ser nada más ni nada menos que un enlace a una sección que permite descargar casi 200 libros en audio, pero con una particularidad: a diferencia de la mayoría que se nos ofrece con voces "mecánicas" que por cierto no están nada mal, estos son leídos por VOCES HUMANAS, y no cualquier voz sino la de profesionales con una dicción perfecta, inflexiones, tonos y pausas de lo que muchas veces carecen aquellos.

La lista ofrece obras contemporáneas pero en su mayor parte son autores clásicos (Shakespeare, Cervantes, Dostoievski, Balzac, Gogol, Chejov, Henry James, Luigi Pirandello, Benito Pérez Galdós, Migue de Unamuno, Joseph Conrad, Alejandro Dumas y muchos más. Transitar por estos textos con estas maravillosas voces profesionales, es un verdadero placer, y en mi caso, una nueva fuente de material que sin duda no voy a desaprovechar.

El libro que estoy "escuchando" es DON QUIJOTE DE LA MANCHA. Puedo afirmar que una cosa es leerlo y otra seguir las andanzas del hidalgo caballero leídas por un experto con acento bien español (para este libro en especial no podía ser de otra manera) que sabe darle a las frases el matiz y la entonación exacta que requiere el idioma de Cervantes. Como el libro es muy largo, hice una pausa y en una hora exacta me eché al coleto esta relato breve de Henry James.  Para empezar no estuvo nada mal, aunque los cuentos y relatos breves no es lo que más me gusta.
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Se lee al pie del libro:
Henry James mostró una gran pericia en la escritura de relatos breves; El alquiler fantasma (The Ghostly Rental) fue publicado en 1876. Se trata de un delicioso cuento sobre un joven que sigue a un hombre mayor mientras se dirige a una zona de edificios abandonados. Le pica la curiosidad por saber que ocurre y el viejo acaba por confesarle que va a cobrar el alquiler a un fantasma, que es el inquilino de uno de los inmuebles.
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