10 de junio de 2015

El manantial (Ayn Rand)

- Libro nro. 341 leído en este blog -


Desempolvando ....

Género: Novela 
Año:          1943
Páginas:  652
Título original: The Fountainhead
Traducción:   

Valoración:   Excelente      Muy bueno     Bueno      Regular/Aceptable       Malo
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Sinopsis  Howard Roark es un arquitecto innovador que lucha contra una sociedad que adora tradiciones, un individuo independiente que se niega rotundamente a hacer concesiones en los principios que conciernen a su vida y a su trabajo. Roark es expulsado de una prestigiosa escuela de arquitectura, le niegan trabajo, y acaba teniendo que trabajar de peón en una cantera – pero nadie le puede parar. Se enfrenta no sólo al rechazo profesional, sino también al odio de Ellsworth Toohey (un conocido humanitario que es también un popular crítico de arquitectura), a la confrontación y posterior amistad con Gail Wynand (un poderoso magnate con un imperio periodístico), y a Dominique Francon, la hermosa escritora que le ama apasionadamente pero que al mismo tiempo está empeñada en destruir su carrera. El Manantial es una búsqueda por plasmar la imagen del hombre como podría y como debería ser, es decir, del hombre perfecto. Howard Roark es la encarnación de este ideal.  El verdadero objetivo de El Manantial es explicar la naturaleza de la perfección humana, así como la naturaleza de su opuesto: el parasitismo humano. A través de los ojos de Roark vemos al mundo como un lugar de libertad y de oportunidad, destinado a ser habitado por personas capaces y eficaces que tienen ideales y trabajan con éxito para moldear la realidad a sus convicciones.
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Hay esfuerzos que valen la pena. Aunque en rigor de verdad no se puede calificar de esfuerzo, en mi caso, el acto de leer, ya que es el principal pasatiempo a esta altura de la vida. Pero también es cierto que verse ante 652 páginas con pocos márgenes en blanco, renglones apretados y letras pequeñas es una tarea que requiere dedicación plena para arribar al final, cuando se tiene al lado la pila de lecturas pendientes. 

Es una novela interesante, escrita con "vehemencia" (es lo que me pareció) por esta mujer de vida intensa y convicciones firmes (defensora a ultranza del "individualismo" por sobre el "colectivismo") que pueden cuestionarse si se quiere abrir un debate sobre las mismas. No es mi intención profundizar en ese terreno; que cada uno saque sus propias conclusiones. 

El protagonista, Howard Roark, es un joven arquitecto que se enfrenta en solitario a los convencionalismos y a las ideas establecidas. Ayn Rand lo presenta como la imagen que ella considera debería ser el hombre "ideal", un hombre que se aferra a sus convicciones y se muestra indiferente ante quienes lo critican. No sé si en la vida real las cosas son exactamente como las plantea el libro, pero es un texto que invita a la reflexión y al debate, y ese es un mérito no menor.

El alegato final del arquitecto Roark es digno de destacar. 
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Gary Cooper en la versión cinematográfica
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La autora

Ayn Rand (seudónimo de Alisa Zinóvievna Rosenbaum) nació el 2 de febrero de 1905 en San Petersburgo (Rusia). Era la mayor de tres hermanas de una familia judía, cuyos padres no eran practicantes de esta religión. Desde muy joven sintió un fuerte interés por la literatura y por el arte cinematográfico, empezando a escribir novelas y guiones a los siete años. Leyó las novelas de Alejandro Dumas, Walter Scott y expresó un apasionado entusiasmo por el movimiento romántico. Descubrió a Víctor Hugo a los trece años: quedó prendada por sus novelas. Aprendió francés gracias a su madre y estudió Filosofía e Historia en la Universidad de San Petersburgo. En 1924 comenzó a estudiar en el Instituto Estatal de Artes Cinematográficas, ya que su ambición personal era escribir guiones cinematográficos. Allí siguió escribiendo historias cortas, guiones y anotaciones esporádicas en su diario, en el que expresaba ideas intensamente antisoviéticas. Descubrió también en la Universidad a Nietzsche, de quien apreciaba mucho su exaltación de lo heroico y del individuo heroico, aunque años más tarde criticó fuertemente lo irracional de su filosofía. Su mayor influencia la recibió de Aristóteles, al que consideraba el mayor filósofo del mundo y apreciaba en especial su Órganon (‘Lógica’). Ayn Rand detestaba a Rusia, sobre todo desde la revolución de 1917, que había expropiado a su padre su negocio de farmacia y empeorado aún más sus condiciones de vida. Conociendo Nueva York por las películas estadounidenses, Ayn Rand tenía muy claro que quería emigrar a los Estados Unidos. Años más tarde escribió Los que vivimos, un relato de primera mano de esos años y de la atmósfera de la Rusia de entonces, sobre el cual dijo: «Es lo más cercano a una autobiografía que haya escrito nunca». A finales de 1925, consiguió un visado para abandonar el país y visitar a parientes suyos ya establecidos en Estados Unidos, a donde llegó en febrero de 1926, con 21 años.
(Fuente: Wikipedia)
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