1 de junio de 2015

El vagabundo de las estrellas (Jack London)

- Libro nro. 336 leído en este blog -


Género: Novela 
Año:         1913
Páginas:  366
Título original: The Star Rover
Traducción: Héctor Arnau

RECOMENDABLE 

Valoración:    Excelente     Muy bueno     Bueno      Regular/Aceptable       Malo
(La valoración siempre es en función del interés que me despierta la lectura de un libro; no es una calificación literaria)
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Qué poco sabía de Jack London; pensaba que todo comenzaba y terminaba en El llamado de la selva y Colmillo blanco, dos novelas que leí en mi adolescencia. Tuvo que pasar medio siglo , hasta que leí Martín Eden para descubrir que estaba ante un escritor formidable. Y esa impresión quedó ratificada después de pasar la última página de El vagabundo de las estrellas.  

Jack London narra en primera persona la historia de un condenado a muerte y como vive los últimos días previos a su ejecución. El relato de su encierro es estremecedor; sólo el autocontrol mental le permite sobrevivir y reirse del alcaide de la prisión de San Quintín, que los somete a terribles torturas para que le revele una información que el prisionero desconoce. 

El control mental, una especie de auto hipnosis, le permite al reo Darrell Standing evadirse de esos tormentos y vagar por sus otras vidas que lo llevan (también al lector) a otros tiempos y otros lugares. Estas evasiones son relatos cortos dentro de la historia central.  Pero, quién mejor que el propio autor para presentarnos al personaje de ésta, su última novela. 

"Ya es hora de que me presente. No estoy loco ni soy un lunático. Quiero que lo sepan para que puedan darles el debido crédito a los hechos que pretendo explicarles. Soy Darrell Standing. Algunos de ustedes, al leer este nombre, me habrán reconocido de inmediato. Pero permítanme que exponga mi caso a la mayoría que no me conoce. Hace ocho años, yo era catedrático de Agronomía en la Facultad de Agricultura de la Universidad de California. Hace ocho años, el aletargado pueblecito de Berkeley quedó conmocionado con el asesinato del catedrático Haskell en uno de los laboratorios del departamento de Mineralogía: Darrell Standing fue el asesino.
   Yo soy Darrell Standing. Me encontraron son su sangre todavía en las manos. Ahora bien, no voy a discutir sobre lo justo o lo injusto de este asunto con el profesor Haskell. Era una cuestión entre él y yo.  El caso es que, en un acceso de furia, cegado por la misma ira roja que me ha maldecido a lo largo de las épocas, maté a mi compañero. Las actas del juicio demuestran que así fue; y, por una vez, estoy de acuerdo con el tribunal."

La novela invita a la reflexión por ser, además de una obra admirablemente escrita, un contundente alegato contra la pena de muerte, y una pintura de la sociedad en determinado período de tiempo, el que enmarcó la vida del autor.

Hay muchos párrafos para releer, éste es sólo uno:
"Me gustaría preguntarles si hay alguna moral, de entre las que se predican hoy en día, mejor que la que predicaba Cristo, Buda, Sócrates, Platón, Confucio o quinquiera que fuese el autor del Mahabharata. Dios mío, hace cincuenta mil años, en nuestras familias toténicas, nuestras mujeres eran más puras, y nuestras relaciones familiares y grupales, si bien más rígidas, más respetuosas y mejores. Debo decir que en aquellos días nuestra moral era mucho mejor que la actual. No se apresuren a rechazar esta idea. Piensen en la explotación infantil, en la corrupción policial y política, en la adulteración de la comida y en la esclavitud de las hijas de los pobres.   ....Sí, éramos puros, igual que lo son los animales a los que consideramos inferiores. Fue necesaria la imaginación humana y la técnica a su servicio, para que se concibieran los pecados mortales. Los animales, los otros, los inferiores, son incapaces de pecar".
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Sinopsis (contratapa del libro)
La última novela que escribió Jack London. Es una feroz crítica de la tortura y de la pena de muerte, y una metáfora del placer emancipador de la lectura. Convicto por asesinato en la cárcel de San Quintín, Darrell Standing es sometido al castigo adicional de verse inmovilizado en una terrible camisa de fuerza. El tormento físico le dará acceso a otro plano de existencia en el cual puede recorrer sus vidas pasadas.
La historia se desarrolla en 1913 y la novela es tan actual que no podemos sino estremecernos al leer uno de sus últimos párrafos: "He oído que Europa está en crisis desde hace dos años, y que hubo despidos masivos, y que ahora les llega el turno a los Estados Unidos. Eso significa que pronto puede haber una crisis económica, tal vez un ataque de pánico financiero, y que habrá más parados el próximo invierno, y que las colas del pan serán largas....".
Por todo ello esta novela, formada por los relatos de las diferentes vidas de su protagonista, es un homenaje a la imaginación y a su enorme poder de evasión. 
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El autor
Jack London nació en San Francisco en 1876, hijo ilegítimo de un astrólogo ambulante que pronto los abandonaría a él y a su madre, una joven "huida" de una acomodada familia de Ohio. Poco después de dar a luz, la madre se casó con John London, carpintero y vigilante jurado entre otros oficios, de quien el hijo tomaría el apellido. Jack dejó el colegio a los trece años y desde entonces hasta los veintisiete, edad en la que se consagraría como escritor, su juventud fue inquieta y agitada: sus biógrafos y él mismo convertirían en leyenda sus múltiples trabajos y vagabundeos, de ladrón de ostras a buscador de oro en Alaska, así como su visionaria vocación política, formalizada con su ingreso en 1896 en el Partido Socialista de los Trabajadores. London murió de una sobredosis de morfina y atropina en su rancho californiano, en 1916.
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