27 de octubre de 2009

El valor de las palabras

ACLARACION NECESARIA

En la nota que precede a este post, hablamos de voces que “no pueden ser dobladas”, y de la importancia que tiene LA VOZ para expresar emociones.

En un diálogo verbal entre dos personas difícilmente surjan dudas para interpretar la intencionalidad de lo que uno ha querido decir, sin importar cuales han sido las palabras utilizadas. No hacen falta aclaraciones; la inflexión de la voz basta y sobra.

Esto no ocurre con la palabra escrita, terreno en el que hay que ser meticuloso y preciso, tanto para expresar fielmente el mensaje que se quiere transmitir, como también para tener en cuenta el efecto que pueda causar en el destinatario.

Esta entrada es escrita a modo de desagravio hacia un visitante del blog que, como pocos, ha dedicado tiempo –el suyo! que sin duda debe ser valioso- para matizar sus comentarios con aportes propios que han enriquecido el espacio reservado a “Comentarios”.

La desafortunada elección de un vocablo por parte del blogger provocó un malentendido que la inflexión que posibilita LA VOZ pudo haber evitado. Por eso creo que es de hidalguía reconocer que esa palabra, fría y sin aditamentos que ayudaran a reflejar el espíritu con el que fue escrita, causó un efecto no deseado.

La reacción del visitante ha sido lógica, coherente y honesta. Que estas líneas queden entonces como un mea culpa.
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