Frente a esto
Y un arbitraje horroroso que impidió lo que pudo haber sido un gran partido de fútbol... esto otro, en las antípodas del egocentrismo.
El pequeño gran delantero y co-armador del Barça, Andrés Iniesta, hizo el gol de su vida y en ese momento sublime, su primer gesto fue arrancarse la camiseta para que millones de personas vieran donde estaba su mente y su corazón al recordar así a Dani Jarque, un jugador de un equipo rival fallecido subitamente el año pasado.
Y no es demagogia por parte de Iniesta. Este jugador, por sobre todo un gran ser humano, ha destinado gran parte de sus ganancias a crear fuentes de empleo en su humilde ciudad (o pueblo de origen), y evita siempre que puede las declaraciones altisonantes. EJEMPLO.
Decimos que pudo haber sido un gran partido porque Holanda tiene plantel para ello, pero claramente salió con una estrategia definida: romper el juego de España a base de una violencia a la que no supo o no quiso poner freno el árbitro inglés.
Si Holanda hubiera jugado como sabe hacerlo, este pudo haber sido uno de los mejores partidos de los mundiales, incluso con varios goles. No pudo ser, pero no por culpa de España.
España no cayó en la trampa y siguió con su juego, aunque de ser necesario también cuenta con algunos "pierna dura".
Luego de haber visto el partido y leer cifras estadísticas, no entiendo como los comentaristas no mencionan en toda la dimensión que merece, la actuación del –para mí- gran RESPONSABLE del éxito de España: Xavi Hernández, dueño y señor del medicampo sobre quien gira todo el funcionamiento del equipo. Xavi es una forma de sentir el fútbol, con la pelota contra el piso y la cabeza bien alta a pesar de su corta estatura.
En este partido hizo 100 pases y acertó 88 después de trajinar 14 kilómetros bajando a recuperar el balón, trasladarlo hasta el área rival y entregarlo al compañero mejor colocado. Toda una lección de fútbol que necesitaba tener cerca a un Leo Messi.
Xavi es otro que no se deja encandilar por los aduladores. En conferencia de prensa lo dejó
bien claro “No quiero que me den el Balón de Oro, somos un equipo, me halaga estar entre los diez nominados pero el mejor jugador del mundo es sin duda Leo Messi”
El “pulga” argentino, a 15.000 kilómetros de distancia, le habrá agradecido ineriormente esas palabras, mientras piensa que este pudo haber sido su Mundial, pero alguien, algún dios terrenal con dos enormes relojes, un rosario en la mano, lengualarga y gran repartidor de besos no lo supo aprovechar.
Para mí, el gran representante del fútbol en este Mundial se llama Xavi Hernández, y otro ganador es alguien a quien hemos tomado siempre como ejemplo: el entrenador Vicente del Bosque. Ya lo dije muchas veces, pero los buenos ejemplos hay que reiterarlos constantemente.
Del Bosque dijo que España había venido a Sudáfrica para defender un tipo de fútbol y otros valores. En su caso, la humildad, la discreción y el respeto.
Bien es cierto que Holanda (con la venia arbitral) repartió como quiso tratando de aplicar su táctica de destruir el juego del rival y aplicar el contragolpe, con un Robben formidable. No le salió bien.
Terminado el partido sus jugadores formaron en el campo haciendo el pasillo y saludando a los ganadores. Un gran gesto, después de todo.
Y bueno, se acabó el Mundial. Ahora vendrá una andanada de comentarios, declaraciones espectaculares y bla bla bla. Habrá que filtrar todo y quedarse con lo que realmente vale. La vida sigue y recordemos que estamos en crisis, aunque un momento de gloria siempre es bienvenido.
Una última reflexión. Por la gran admiración que siento por los futbolistas argentinos, por favor traten de librarse de este duo nefasto:
En el fútbol no todo pasa por saber hacer malabarismos con una pelota (aunque sea la jabulani). El país saldrá beneficiado con vistas al 2014.
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La gran figura del Mundial
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El uruguayo Diego Forlán fue considerado el mejor jugador del Mundial; se lo merece, y el alemán Müller ganó el Balón de Oro, pero la figura de Sudáfrica 2010 fue sin duda el inefable pulpo Paul, el único que terminó el mundial invicto.
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Haciendo caso omiso a epítetos de "puto pulpo", el octopus fue acertando partido tras partido, cerrándole la boca a sus detractores.
España debería incorporar la figura del pulpo junto al escudo de su bandera.
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