ENSAYO CONTRA LOS MITOS
Bueno - Interesante/polémico
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Ensayo, 134 páginas
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Si el visitante amigo que está leyendo estas líneas necesita en algún momento encontrar argumentos que sustenten su eventual opinión adversa sobre los conocidos personajes que aquí están catalogados como mitos, este libro de Juan José SebrelLi le será de gran utilidad.
Las figuras de Carlos Gardel, Eva Perón, Che Guevara y Diego Maradona, son “intocables” para muchos argentinos, y será difícil encontrar algún hogar en las llamadas clases media y baja (las que constituyen “el pueblo”) en el que no haya una fotografía de alguno de los cuatro “ídolos” populares.
También las habrá en algunas casas de las familias pudientes, aunque este sector de la sociedad no se siente tan identificado con esos controvertidos personajes.
El sociólogo Sebrelli se habrá granjeado muchos amigos y enemigos entre quienes leyeron este libro-ensayo, porque seguramente todos tienen (tenemos) una opinión más o menos formada sobre todas o por lo menos alguna de estas figuras. Y dependiendo de cual sea esa opinión, los estragos que hace el autor al desmenuzar a cada una de ellas, da que pensar.
Se ha escrito mucho a favor y en contra de Gardel, Evita, el Che y Maradona, y este libro es una opinión más, pero ubicada claramente en el lado de los críticos que, se me ocurre, son minoría comparado con todos los textos laudatorios que ofrece el mercado editorial..
Es por eso que este libro-ensayo debe leerse con una mentalidad abierta a recoger opiniones con las que tal vez no coincidamos, ya sea por falta de información o porque nuestra posición es tan sólida que no admite grietas, como aquellos que sostienen que “Maradona es Dios” o que “Gardel es lo más grande que hay”.
Historicamente ha quedado demostrado que la muerte prematura ayuda a que un ídolo se convierta en mito, como ha ocurrido en estos cuatro casos, con la excepción de Maradona, un fenómeno sociológico a veces difícil de explicar, ya que el sentido común coloca a Diego-Dios en las antípodas de lo que un diccionario define como mito: “Persona, cosa o hecho muy importante que entra a formar parte de la historia o se convierte en modelo a imitar”. Sobre todo, lo de modelo a imitar.
Sebrelli se muestra muy duro con Maradona al efectuar un recorrido por una vida tortuosa, jalonada por su adicción a las drogas, sus malas compañías, actitudes de soberbia, pésimo ejemplo de lo que debe ser un deportista de élite, y beneficiado por una prensa obsecuente que salvo honrosas excepciones, lo mantuvo siempre en el altar de los dioses.
Juan José Sebrelli hasta cuestiona que haya sido el mejor futbolista de la historia, por delante de Pelé y Johann Cruyff. El autor sostiene que Pelé era mucho más completo: manejaba las dos piernas, gran cabeceador, campeón mundial a los 17 años y autor de más de 1.200 goles, frente a los 266 de Maradona.
Respecto a Carlos Gardel, el sociólogo señala que en el momento de su muerte su popularidad había llegado a la cima y comenzaba el descenso; su voz comenzaba a tener altibajos y probablemente hubiera quedado en la historia en un mismo nivel que Agustin Magaldi e Ignacio Corsini.
Eva Perón, o Evita, idolatrada por un gran sector del “pueblo” argentino, “quedaría como adalid de la emancipación femenina cuando en realidad fue una defensora acérrima de la visión machista y paternalista de la mujer”, dice Sebrelli.
Agrega que “promulgada la ley sobre el voto femenino, le fue otorgada a ella como regalo y desde entonces se la apropió como si hubiese sido su autora o promotora”. Como muestra basta un botón; la parte de libro dedicada a la “defensora de los descamisados” no la deja nada bien parada.
Ernesto Che Guevara recibe también varios mandobles de Sebrelli. Un par de fotos que dieron la vuelta al mundo y una muerte cinematográfica en la selva boliviana lo posicionaron también como mito. Según el libro, el Che fue un pésimo estratega militar con rotundos fracasos en Africa y Bolivia. Agrega que después del triunfo de la revolución contra el régimen de Batista, y tras su fallida experiencia como Ministro de Hacienda, Fidel Castro procuró sacárselo de encima, cosa que finalmente consiguió.
Las menciones precedentes de algunos fragmentos del libro son solo una muestra de lo que el lector habrá de encontrar si decide leerlo. Es una opinión más de las tantas que se han escrito sobre estos cuatro personajes que ya forman parte de la historia.
¿Tiene razón Sebrelli o en algunos pasajes “se le fue la olla?”. La decisión es tuya, amigo visitante.
- José Trepat *
Las figuras de Carlos Gardel, Eva Perón, Che Guevara y Diego Maradona, son “intocables” para muchos argentinos, y será difícil encontrar algún hogar en las llamadas clases media y baja (las que constituyen “el pueblo”) en el que no haya una fotografía de alguno de los cuatro “ídolos” populares.
También las habrá en algunas casas de las familias pudientes, aunque este sector de la sociedad no se siente tan identificado con esos controvertidos personajes.
El sociólogo Sebrelli se habrá granjeado muchos amigos y enemigos entre quienes leyeron este libro-ensayo, porque seguramente todos tienen (tenemos) una opinión más o menos formada sobre todas o por lo menos alguna de estas figuras. Y dependiendo de cual sea esa opinión, los estragos que hace el autor al desmenuzar a cada una de ellas, da que pensar.
Se ha escrito mucho a favor y en contra de Gardel, Evita, el Che y Maradona, y este libro es una opinión más, pero ubicada claramente en el lado de los críticos que, se me ocurre, son minoría comparado con todos los textos laudatorios que ofrece el mercado editorial..
Es por eso que este libro-ensayo debe leerse con una mentalidad abierta a recoger opiniones con las que tal vez no coincidamos, ya sea por falta de información o porque nuestra posición es tan sólida que no admite grietas, como aquellos que sostienen que “Maradona es Dios” o que “Gardel es lo más grande que hay”.
Historicamente ha quedado demostrado que la muerte prematura ayuda a que un ídolo se convierta en mito, como ha ocurrido en estos cuatro casos, con la excepción de Maradona, un fenómeno sociológico a veces difícil de explicar, ya que el sentido común coloca a Diego-Dios en las antípodas de lo que un diccionario define como mito: “Persona, cosa o hecho muy importante que entra a formar parte de la historia o se convierte en modelo a imitar”. Sobre todo, lo de modelo a imitar.
Sebrelli se muestra muy duro con Maradona al efectuar un recorrido por una vida tortuosa, jalonada por su adicción a las drogas, sus malas compañías, actitudes de soberbia, pésimo ejemplo de lo que debe ser un deportista de élite, y beneficiado por una prensa obsecuente que salvo honrosas excepciones, lo mantuvo siempre en el altar de los dioses.
Juan José Sebrelli hasta cuestiona que haya sido el mejor futbolista de la historia, por delante de Pelé y Johann Cruyff. El autor sostiene que Pelé era mucho más completo: manejaba las dos piernas, gran cabeceador, campeón mundial a los 17 años y autor de más de 1.200 goles, frente a los 266 de Maradona.
Respecto a Carlos Gardel, el sociólogo señala que en el momento de su muerte su popularidad había llegado a la cima y comenzaba el descenso; su voz comenzaba a tener altibajos y probablemente hubiera quedado en la historia en un mismo nivel que Agustin Magaldi e Ignacio Corsini.
Eva Perón, o Evita, idolatrada por un gran sector del “pueblo” argentino, “quedaría como adalid de la emancipación femenina cuando en realidad fue una defensora acérrima de la visión machista y paternalista de la mujer”, dice Sebrelli.
Agrega que “promulgada la ley sobre el voto femenino, le fue otorgada a ella como regalo y desde entonces se la apropió como si hubiese sido su autora o promotora”. Como muestra basta un botón; la parte de libro dedicada a la “defensora de los descamisados” no la deja nada bien parada.
Ernesto Che Guevara recibe también varios mandobles de Sebrelli. Un par de fotos que dieron la vuelta al mundo y una muerte cinematográfica en la selva boliviana lo posicionaron también como mito. Según el libro, el Che fue un pésimo estratega militar con rotundos fracasos en Africa y Bolivia. Agrega que después del triunfo de la revolución contra el régimen de Batista, y tras su fallida experiencia como Ministro de Hacienda, Fidel Castro procuró sacárselo de encima, cosa que finalmente consiguió.
Las menciones precedentes de algunos fragmentos del libro son solo una muestra de lo que el lector habrá de encontrar si decide leerlo. Es una opinión más de las tantas que se han escrito sobre estos cuatro personajes que ya forman parte de la historia.
¿Tiene razón Sebrelli o en algunos pasajes “se le fue la olla?”. La decisión es tuya, amigo visitante.
- José Trepat *
1 comentario:
Me gusta esta recomendación porque es otra mirada de un escritor talentoso.
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