3 de junio de 2010

El jardinero fiel y el Club Bilderberg



José Trepat

Anoche, gracias a un regalo de la edición dominical del diario EL PAIS, vimos una gran película, no tanto por los valores cinematográficos que pueda tener, sino por la información que brinda y el mensaje que transmite.

Basada en la novela homónima de John Le Carré, El jardinero fiel es esa clase de películas-denuncia que facilita a quienes no son muy afectos a leer diarios y revistas, el acceso a una realidad estremecedora, como es el hambre y las enfermedades en el continente africano.

Sin haber leído el libro del gran escritor británico, se me ocurre, después de haber visto le película, que ésta es una adaptación más que decorosa de ese tipo de novelas que tanto ayudan a conocer más a fondo el mundo del que somos parte, algunas veces con preocupación y otras muchas con indiferencia.

Es sabido que las grandes corporaciones procuran saquear Africa apoderándose de sus recursos naturales dando muy poco a cambio, y también saquear las vidas de sus empobrecidos habitantes que, como si no fuera suficiente con matarlos de hambre, los han convertido en conejillos de indias para las grandes empresas farmacéuticas ávidas de dinero sin que importen los medios para conseguirlos.

Los directivos de los grandes laboratorios farmacéuticos, muchos con sede en la civilizada Suiza, deberían tener en sus escritorios o en las paredes de sus oficinas, fotografías de los seres humanos que hacen posible la elaboración de esos fármacos para “beneficio de la humanidad”.

Niños con enormes cabezas y vientres abultados sostenidos por piernas raquíticas, ojos abiertos sin que puedan evitar que las moscas depositen en ellos sus larvas infecciosas, pies gangrenados y desesperación por alcanzar algún resto de comida que algunas esforzadas organizaciones humanitarias les hacen llegar.

En la película, el protagonista (Ralph Finney) pregunta a un funcionario por qué suministran a los nativos medicamentos caducados u otros en fase de experimentación que habrán de causarles la muerte?
“Si igual se van a morir pronto (de hambre); qué más da?, fue la respuesta.


Un aplauso de agradecimiento para escritores como John Le Carré y Henning Mankell, por citar solo dos, quienes además de urdir una trama para sus novelas, aprovechan su oficio para denunciar las injusticias y señalar a los responsables. Y vaya también un elogio para películas como El jardinero fiel que se hacen eco de esas denuncias y las llevan al gran público.

Pero quedémonos tranquilos. A partir de hoy y hasta el sábado se reune en Sitges (España) el Club Bilderberg, cuyas actividades, casi secretas y bastante misteriosas desde el primer encuentro anual en 1954, ahora ya no pasan tan desapercibidas gracias a la tecnología y a Internet.

Grandes empresarios, reyes, presidentes, banqueros, políticos, todos influyentes apóstoles de la virtud, se dan cita cada año en un sitio diferente y se abocan a un análisis de la situación mundial. ¿Solo eso? ¿No toman decisiones? Que interesante sería conocerlas.


Estamos seguros de que en la agenda estará el problema del hambre en Africa y el exterminio de sus habitantes por parte de los laboratorios farmacéuticos.

Lo que no sabemos es si el tema se debatirá antes o después de alguna de las opíparas sesiones gastronómicas de estos benefactores de la humanidad. Cuidémoslos! Que no se descompensen por falta de comida.



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2 comentarios:

flaco dijo...

A José: Hermosa peli que deja un gusto raro pero no hay que rasgarse las vestiduras ya que ahora son las corporaciones y antes fueron las naciones los saqueadores del mundo. Con respecto al Club Bilderberg tampoco hay que asombrarse ya que como dije alguna vez"entre bueyes no hay cornadas"(ej:pricipe Bernardo de Holanda-1976-).
Los argentinos sabemos muy bien el significado de estas "mafias secretas pero legales"( ej los fondos de la prov.de Santa Cruz).
Lo más interesante de la peli es que está dirigida por el brasileño Meirelles pero es inglesa(?).
Linda e interesante nota que me movió a investigar y descubrir el famoso club.Gracias .Amén

José T. dijo...

A Flaco. Hace algunos años dudaba de la exisencia de este Club, por el secretismo, paro actualmente se les hace imposible mantener el anonimato y estan mas expuestos. y eso está muy bien. si alguno de estos personajes viene por Mataro le voy a dar saludos tuyos.